El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dio luz verde para llevar a cabo un nuevo proyecto de ley, que permite la minería y la generación de energía eléctrica en terrenos indígenas. La decisión afectó los intereses de ecologistas y grupos étnicos de la región.
El mandatario, quien fue criticado por minimizar en Naciones Unidas el impacto de los incendios en el Amazonas, firmó el estatuto que será enviado a votación al Congreso esta semana.
La presidencia de Brasil explicó que la minería y la construcción de hidroeléctricas en las reservas las prevé el artículo 231 de la Constitución de 1988. Aunque no está reglamentada, el gobierno de ese país asegura que su proyecto de ley establece “condiciones específicas” para reglamentar y regular la exploración y regulación de los recursos naturales.
También se permite que los indígenas exploten económicamente sus tierras mediante actividades agropecuarias y turismo, lo que ahora mismo no puede hacerse en las reservas.
“Esta autonomía y libertad de los pueblos indígenas también es garantizada cuando el proyecto de ley condiciona la entrada de (mineros ilegales) que no son indios a las reservas desde que cuenten con la aprobación de los indios”, explicó laPresidencia en el documento divulgado medios internacionales, entre ellos la Deutsche Welle de Alemania.