Ya se ha dicho varias veces que uno de los cánceres más letales para la sociedad contemporánea es la corrupción. Una sombra que oscurece la humanidad, diría Marx. Cada año se paga un billón de dólares en sobornos, según cifras del Banco Mundial, y se calcula que se roban 2,6 billones de dólares anuales mediante la corrupción, suma que equivale a más del 5 por ciento del producto interior bruto mundial, de acuerdo con informes de la Cámara de Comercio Internacional.
Por ello, cuando en diciembre de 2016 los medios del mundo informaron que la firma Odebrecht había llegado a un acuerdo con el estado brasileño, estadounidense y suizo, en el que concertaba pagar una multa de 3.500 millones de dólares y confesar transacciones ilícitas por 788 millones de dólares con gobiernos de 10 países de la región, la evidencia de los sobornos, que son un desahucio, puede tomar ribetes de esperanza según como actúen los actores de la justicia regional.
El caso de Odebrecht empezó a tomar fuerza cuando después de varios meses de trabajo en la investigación judicial llamada “Lava Jato” (Lava Autos en español), en la que se procesa el caso de corrupción más grande de la historia de Brasil, a mediados de 2015 los fiscales que llevan el caso, liderados por el juez Sergio Moro, destaparon los vínculos ilícitos de la constructora con la entidad estatal, Petrobras. No sólo eso, presuntamente varias de las grandes personalidades de la política latinoamericana, como el ex presidente Luiz Inacio Lula Da Silva, están implicadas en el caso por supuestas intermediaciones entre el Estado y sus proveedores.
"Los tentáculos de la compañía Odebrecht en América Latina" por @lafuentejavi #Venezuela http://t.co/DJgDe9KkEb pic.twitter.com/NCk5xWTHqm
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Desde entonces y especialmente después de la condena a 19 años de cárcel que recibió Marcelo Odebrecht en marzo de 2016, todos los países empezaron a hacer inspecciones propias al interior de sus carteras, sabiendo que el “splash” del escándalo terminaría por salpicarlos a todos. Y así fue.
Dentro del documento que contiene la confesión publicada por el departamento de Justicia de Estados Unidos el 21 de diciembre, se lee que Odebrecht ganó hasta ocho veces más de lo que pagó en sobornos en 12 países: Angola (50 millones de dólares), Argentina (35 millones), Brasil (349 millones), Colombia (11 millones), República Dominicana (92 millones), Guatemala (18 millones), Ecuador (33.5 millones), México (10.5 millones), Mozambique (900 mil), Panamá (59 millones), Perú (29 millones) y Venezuela (98 millones).
Compendio del caso #Odebrecht en @prensacom https://t.co/d9W9v6vhjH pic.twitter.com/c1sR9gwoOe
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La justicia ha tenido respuestas dispares a lo largo del continente americano. Mientras en Colombia ya la justicia está llamando a funcionar públicos a declarar, Perú llegó a un acuerdo preliminar con Odebrecht, que se comprometió a suministrar información y a devolver al Estado 8.8 millones de dólares, parte de las ganancias ilícitas obtenidas en ese país. Días antes, el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski había creado una comisión de fiscales exclusiva para el caso. En Ecuador, entretanto, mientras no tenga la justicia una traducción oficial ha dicho que no iniciará una investigación exhaustiva.
En Venezuela, el escándalo resuena más por el silencio de las obras detenidas que por las acciones judiciales contra los implicados en el escándalo. Según lo que ha trascendido, en Venezuela se habría pagado el mayor monto en sobornos. Entre 2006 y 2015, desembolsó 98 millones de dólares a cambio de obras públicas. El país tendrá que renegociar cinco proyectos en desarrollo, ya que a partir de las confesiones de Odebrecht se suspendió la financiación otorgada por el Banco Nacional de Desarrollo y Fomento de Brasil, destinada a 16 obras públicas de la región, que estaban en manos de las cinco compañías investigadas en el “Lava Jato”: Odebrecht, Andrade Gutiérrez, Camargo Corrêa, Queiroz Galvão y OAS.
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— Efecto Cocuyo (@EfectoCocuyo) 23 de diciembre de 2016
El país que más licitaciones concedió a la constructora y donde más rentabilidad sacó en relación a los sobornos ofrecidos después de Brasil, fue Argentina y apenas inicia sus investigaciones. El gobierno de Macri ha pedido al departamento de Justicia de Estados Unidos que le ayuda a determinar el alcance de estos negociados. La compañía, que opera en el país del sur desde hace más de 27 años, fue la principal proveedora extranjera que hizo parte de la campaña por mejorar la infraestructura argentina en los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner. Durante la administración de esta última se pagaron 35 millones de dólares a funcionarios del gobierno para acceder a contratos por aproximadamente 278 millones de dólares.
Odebrecht, la favorita del kirchnerismo en Argentina https://t.co/Hq4YCvNENi
— Manuel Garrido (@ManuGarridoOk) January 4, 2017
Las personalidades salpicadas
La lista de salpicados y procesos va en aumento. En Colombia, donde se recibieron alrededor de 11 millones de dólares en sobornos entre el gobierno de Álvaro Uribe Vélez y el actual presidente, Juan Manuel Santos, ya se empezó a citar a audiencia a altos funcionarios de ambas administraciones.
Tomás Uribe, hijo del ex presidente Uribe también está bajo el foco, por una reunión con funcionarios de la firma brasileña en Ciudad de Panamá unos meses antes de que se le adjudicara un millonario contrato por el proyecto Ruta del Sol tramo 2. Dice Guido Nule, contratista judicializado por corrupción en Colombia, que la función de Tomás en la reunión era convencer a los miembros de Odebrecht de aliarse con los Nule para la construcción de la carretera.
Ante estas acusaciones, el ex mandatario ha enviado declaraciones de disgusto en las que asegura que sus hijos han demostrado transparencia en sus acciones e inocencia.
El día en que los Nule hablaron de Odebrecht y los hijos de Uribehttps://t.co/eWpS2DuqmV pic.twitter.com/keczHTergr
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#LoMásLeído en Judicial: Alto funcionario del Gobierno de Álvaro Uribe recibió soborno de Odebrecht: Encisohttps://t.co/9TvAembUsZ
— El Espectador (@elespectador) December 26, 2016
Primeras entrevistas por escándalo Odebrecht https://t.co/6NFruHJ6GU pic.twitter.com/fVizVXZgIu
— Revista Semana (@RevistaSemana) January 5, 2017
En Panamá el poder no ha salido ileso. Se ha señalado la vinculación con el caso de los hijos del ex presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, Ricardo y Luis Enrique, por haber recibido 6 de los 59 millones de dólares en coimas que se entregaron en ese país.
#ÚLTIMO #LosPrimerosNombres Delatores confesaron que hijos del expresidente de Panamá recibieron US$6 millones ► https://t.co/ls6bOGtNnY pic.twitter.com/MhKMdk3CWa
— IDL-Reporteros (@IDL_R) 23 de diciembre de 2016
Hijos de Ricardo Martinelli se desvinculan de supuestos sobornos de Odebrecht https://t.co/nY2Ue2n8Ij pic.twitter.com/u5rp8jlfZh
— acento.com.do (@acentodiario) 27 de diciembre de 2016
Igual pasa con los casos en Guatemala, donde están directamente implicados el ya judicializado, Otto Pérez Molina, ex presidente del país y su vicepresidenta, Roxana Baldetti, ambos en la cárcel por acusaciones de corrupción.
¿A quiénes sobornó Odebrecht en Guatemala? Por Martín Rodríguez (@revolufashion) y Javier Estrada (@JAVIEResTOBAR) https://t.co/jal6KCcN8i pic.twitter.com/lyaS73ZY2q
— nueve (@nuevegt) January 3, 2017
En Perú, estarían implicados funcionarios de las últimas tres administraciones (Alejandro Toledo, Alan García y Ollanta Humala), y eso llevó al Gobierno actual a modificar las leyes de contratación del país para impedir que estas y otras empresas corruptas vuelvan a ser contratas por el Estado.
#LoMásVisto #Odebrecht ganó hasta ocho veces más de lo que pagó en sobornos https://t.co/FAHGJRTqJd pic.twitter.com/2CyTKIyKai
— Convoca (@ConvocaPe) December 24, 2016
Con la declaración de culpabilidad de la compañía, que tenía un departamento dedicado exclusivamente al pago de sobornos, se abre una ventana a la posibilidad de desmantelar redes de corrupción internacional que antes parecían blindadas.
Perú no volverá a contratar a Odebrech: La constructora brasileña habría corrompido… https://t.co/SpRXJAt0eG #Odebrecht @Noticiastweets
— T witter News (@Noticiastweets) 30 de diciembre de 2016
https://twitter.com/lloaizarin/status/713192334666633216
Como demuestran los documentos publicados, Odebrecht disfrutaba de beneficios políticos a lo largo de todo el continente. Pero ahora el resto de compañías que gozaban o gozan de los mismos privilegios serán vigiladas con más rigurosidad y recibirán el peso de las nuevas leyes que ya parecen estar siendo estructuradas, enmendadas y fortalecidas en algunos países.
Lava Jato ha puesto en un lugar muy alto de credibilidad a la justicia brasilera, que trata de enfrentar a poderes corporativos y políticos (recibió el más alto reconocimiento de Transparencia Internacional en la Conferencia Anticorrupción de diciembre) y ha venido respondiendo a la altura de las circunstancias. La gran interrogante es cómo responderán sus pares de la región.
#NacionPA TI otorga el Premio contra la Corrupción 2016 a fiscales del caso Lava Jato. https://t.co/uvEPBfOjFG pic.twitter.com/B0PgTvUvpk
— PanamáAmérica (@PanamaAmerica) 5 de diciembre de 2016
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¿Tendrá el caso Lava Jato en el resto de Latinoamérica las mismas consecuencias judiciales y políticas que ha tenido en Brasil?
— Connectas.org (@ConnectasOrg) 6 de enero de 2017