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Entrevistas

<- Regresar Anastasio Torrealba Contreras, de 54 años, padre de Maykel.

Tengo cuatro hijos con él. Maykel es el menor, uno está en el extranjero, en Perú. La hija mía que vive aquí cerca, él y otro.

Trabajo en la construcción, albañilería. Duré casi seis meses sin trabajar, ahora es que tengo un mes trabajando. Estoy en la urbanización Roca del Llano. Todo este tiempo el sustento ha sido el carnet y la ayuda social.

A Maykel lo veo fallo de peso, delgado. Él duerme conmigo y yo le doy el desayuno cuando estoy en la casa y la cena. Yo vivo solo, y por lo general le doy de desayuno arepitas, a veces unas tajadas. Lo que se pueda encontrar por el momento. De cena, arepita, arrocito con el grano que se consiga.

Cuando nació Maykel fue difícil porque yo recibí el año en el hospital. Cuando Karla parió, los médicos me la entregaron a ella, pero yo no acepté porque me iban a dejar al niño, entonces a ella con una cesárea le iba a tocar ir todos los días a amamantar al bebé y subir una escalera, lo que no era conveniente. Entonces yo duré desde el 29 de diciembre (2012) hasta el dos de enero que lo dieron. Era chiquito, una criaturita como de 55 centímetros.

Ahora que está falta de peso, Karla lo lleva al pediatra, no salgo con ella por el trabajo, pero cualquier cosa que necesite y esté a mi alcance estoy pendiente, las medicinas principalmente.

Lo que yo tenga en mi casa se los mando para que cocinen o a veces les dejo las llaves de la casa por si yo estoy por fuera ellos lo busquen.

Yo espero que cuando esté grande siga su vocación. Él quiere ser astronauta.

La situación ahorita está bastante caótica. Ahorita para conseguir comida hay que hacer cola y comprar a precio excesivo por ahí a los banqueros. No era como antes. Recuerdo que cuando él nació yo me iba con Karla al abasto y traíamos bolsas de comida. En el abasto uno compraba a gusto de uno, por marcas. Ahorita todo es bueno.

Una parte el gobierno tiene responsabilidad y una parte uno. Porque si uno compra a como venden los productos de caro todo esto se echa a perder, pero por necesidad del pueblo, uno tiene que hacerlo.

Desde que estuvo el comandante Chávez voté por él, en las elecciones pasadas voté por Maduro a ver si se acomodaba, pero vamos por un camino que ni es culpa de él ni es culpa de uno porque eso se veía a venir. Como vaya pasando el tiempo de alguna manera se tiene que ir acomodando esto, no por uno sino por ellos -hijos-, porque uno ya comió bastante arepa, como dice el dicho. Pero a ellos les falta. Están empezando. Eso es lo que nosotros esperamos que la situación se acomode.

Lo que hay que hacer es poner a producir los campos. Yo no estoy de acuerdo con el nuevo cono monetaria porque eso no va a solucionar nada. Para mi, para que esto se acomode, hay que darle créditos a los campesino para que produzcan. Nada vale cambiarle ceros a una moneda.

La revolución tiene muchos beneficios para las comunidades y uno mismo, pero eso sí, antiguamente uno iba a un abasto y conseguía de todo. El peor fracaso que tiene este gobierno es quitarle las fincas, empresas, a la gente para dárselas a personas que no sabían trabajar, porque si le hubiesen dando a personas que realmente fueran a trabajar.

Antiguamente Portuguesa era el “Granero de Venezuela”, aquí se producía de todo. Y todavía, pero no como antes. Portuguesa siendo un estado productor, tenemos caña de donde sacamos la azúcar, tenemos el girasol para el aceite, pero todos esos productos lo sacan, mientras el pueblo pasa hambre. El problema que hay ahorita son los reales ¿A quién le entregaron el Gobierno? Las Fuerzas Armadas ¿Quién contrabandea ahorita? Las Fuerzas Armadas ¿Quiénes caen presos? Los militares. Tiene que poner mano dura el Presidente, poner a trabajar a civiles como era anteriormente. Esa es la realidad del país.

Maykel no tiene hora para pararse. A veces se para a las 6.00 de la mañana, a las 11 de la mañana. Cuando él se para yo le dejo su comida preparada o lo traigo y su mamá le da.

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