La cara offshore de Ecopetrol

En la última década la mayor empresa del país ha tenido una fuerte presencia en el mundo offshore. Si no fuera la firma que es, hoy seguro estaría en medio de un cuestionamiento de marca mayor. ¿Cómo lo ha hecho?

Ecopetrol ha estructurado una red de sociedades offshore para expansión internacional. Créditos: Archivo de El Espectador.

Con las revelaciones de Paradise Papers quedó en evidencia una realidad poco conocida en Colombia. En la actualidad, más de la mitad de la estructura empresarial de Ecopetrol depende de un conglomerado de firmas en destinos como Bermudas, Suiza o Delaware, en Estados Unidos. Todos destinos con una marcada reputación como sitios escogidos por sus beneficios fiscales.

Aunque la petrolera afirma que en su proceso de internacionalización debe ser competitiva, son operaciones en las que la Contraloría ve reparos. En 2012, sostuvo que la reserva de las operaciones offshore “impide el seguimiento al manejo e inversión de los recursos de Ecopetrol S.A.”. Hoy su mirada es igual y su convicción es la misma, están “por fuera del control fiscal”.

La verdad es que Ecopetrol llegó a esta situación como una mezcla entre azar y estrategia. Las primeras empresas offshore de su esquema se heredaron como parte de compras de operación en Colombia con multinacionales como Maurel & Prom y British Petroleum (para sus empresas offshore Colombia, Pipelines Limited y Santiago Oil Company, accionistas de Equion.

A su vez, el plan estratégico comenzó en 2006 cuando crearon un sofisticado esquema de reaseguramiento en Bermudas, con la constitución de su reaseguradora cautiva llamada Black Gold Re. (Ver nota ”Un negocio que cautiva”). La firma de abogados Appleby fue su aliado porque le prestó servicios en relación a cuatro sociedades offshore.

La estrategia se consolidó en 2008 con la compra de Propilco, que trajo consigo una pequeña sociedad llamada Andean Chemicals, constituida en Bermudas. Poco a poco, las facilidades de tener sociedad offshore, la convirtió en su principal vehículo de inversión en el segmento de la refinería y la energía alternativa. Andean Chemicals compró a Glencore el 51 por ciento de las acciones en Reficar y se convirtió en accionista mayoritario de Bioenergy.

La Refinería de Cartagena aparece mencionada en los Paradise Papers dentro de posibles tratos comerciales entre Glencore y Petrobras. Créditos: Archivo de El Espectador

La creación de este tipo de vehículos financieros se consolidó en 2010 con la constitución de Ecopetrol Capital AG en Suiza y de Ecopetrol Global Capital en España. Las principales razones de la empresa más grande del país para elegir las jurisdicciones desde donde funcionarían sus filiales fueron el grado de protección y acogida a la inversión extranjera y la regulación especializada para actividades de financiamiento y reaseguro.

Algunas comunicaciones en 2008 entre Ecopetrol y Appleby, mencionadas en los Paradise Papers, confirman que una de las motivaciones detrás del diseño de su plan de internacionalización fueron los efectos tributarios que permitieron a la petrolera decidir la ubicación de sus filiales. Representantes de la petrolera insisten que su propósito sigue siendo lograr optimizaciones en la administración del negocio y cualquier beneficio tributario siempre queda en la misma compañía.

Un correo fechado de agosto de 2008, remitido por Luz Angela Suárez de la Unidad de Gestión de Filiales, dirigido a Tammy Richardson de la firma Appleby, solicita comparar los “efectos tributarios de las operaciones en Bermudas en relación con España y Colombia”, y decidir desde donde llevar a cabo inversiones. Luego Suárez dice a Richardson de Appleby que Ecopetrol tiene como opción realizar compras de compañías en la jurisdicción de Delaware, ya que la inversión es más rentable desde una de sus filiales fuera de Colombia que desde Ecopetrol.

Las transacciones de Ecopetrol desde Delaware en Estados Unidos se materializaron seis meses después, cuando compró el 5 por ciento de las acciones de la petrolera peruana Petrotech en febrero de 2009, a través de la offshore International Group Inc. (OIG). Esta compra generó molestias entre algunos congresistas peruanos, porque presuntamente no pagó impuestos en tierras incas. Incluso se creó una comisión en el Congreso, por solicitud del expresidente peruano Alan García, para investigar a fondo el caso.

Uno de los vehículos que más genera controversia es la operación en Suiza con Ecopetrol Capital AG. Para los críticos genera molestia pues no es claro por qué la petrolera necesitó estructuras estratégicas en jurisdicciones con secretismo. Ecopetrol dice que esos intrapréstamos, como los de su vehículo de inversión Ecopetrol Capital AG son necesarios pues permiten hacer créditos en dólares y mover caja en el grupo, lo que no se puede hacer desde Ecopetrol S.A. Además, aseguran que eso permite retener beneficios de préstamos dentro del grupo.

Sin embargo, para los críticos de la operación financiera, no es aceptable que la empresa, con una clara mayoría de capital estatal, invierta desde estos destinos internacionales, pues la petrolera no se debe a los intereses privados. “Al ser en un 88 por ciento propiedad del Estado, no solo debería tener un amplio manejo en la legislación, jurisdicción o competencia nacional, sino también consolidar una información transparente de todas las inversiones y manejos que las empresas oficiales tiene hoy afuera”, explica José Roberto Acosta, director de la Ong Justicia Tributaria.

Ecopetrol defiende su estructura de inversiones desde las jurisdicciones offshore, y asegura que “sin esta opción no podrían invertir en muchos países”. Además, las jurisdicciones offshore le permiten competir en el mercado mundial de las petroleras, ya que la flexibilidad que ofrecen las hace más eficientes en sus inversiones y también en su administración. “Perderíamos eficiencia frente a competencia que sí lo tiene”, puntualizó la petrolera, basada en su certeza de que no es hora de salir del mercado económico.

Acercamientos entre Glencore y Petrobras en Reficar bajo la mirada de Appleby
En las comunicaciones de Appleby quedaron consignadas inquietantes comunicaciones en las que Glencore comparte “la esperanzadora e inminente entrada de Petrobras” al negocio de Reficar. Este hecho tiene relevancia pues fue precisamente Glencore, quien en una puja pública ganó a la petrolera brasilera su posibilidad de participación en la refinería colombiana. El mensaje es de abril de 2007, sólo nueve meses después de que la firma Suiza se hizo al negocio en un llamativo proceso en que ganó con una oferta muy ajustada al valor secreto de puja que tenía el gobierno. El correo advierte que Glencore le estarían trasladando el 70 por ciento de sus acciones a Petrobras.

En abril de 2007, Glencore iba a pagar a Ecopetrol por 510.000 acciones en Reficar con recursos de un intracrédito a su filial Colombia Refinery Holding B.V. Al final Glencore pagó desde su sociedad suiza, pero al parecer el “crédito” –como lo describió un funcionario de la firma suiza- “siguió activo y tendría que ser aclarado”. En un correo de Glencore fechado en abril de 2007, Glencore Tim Scott dice que “Petrobras solicitó explícitamente que se le permitiera dar un vistazo sobre como ha sido implementado”. En abril de 2007, Glencore solicitó a Appleby fechar un documento relacionado a su pago por las acciones en Reficar con fecha vencida, algo que los abogados llaman backdating

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí