Represión contra periodistas en Nicaragua

Un miembro de la Policía amenazó de muerte a un reportero mientras daba cobertura a protestas en Nicaragua

El periodista Marcos Medina observa como los policías agreden al colega nicaragüense, Willy Narváez, de Canal 10, en los alrededores de la Iglesia Divina Misericordia. Crédito: Jader Flores/La Prensa

El gobierno de Nicaragua reprimió con dureza a los periodistas críticos que dieron cobertura este martes a las protestas que la oposición realizó en pequeños grupos y en distintos lugares de Managua por la libertad de los presos políticos.

En un video transmitido por Canal 12 de Nicaragua, un agente de las tropas especiales amenazó de muerte a la familia de un comunicador cuando le dijo: “acordate que sos de la calle Real (en Granada, al oriente del país centroamericano) y te voy a palmar (matar) a tu familia”, le advirtió.

Otro dispositivo de policías en un centro comercial, ubicado en Managua, sacó a empujones a los periodistas cuando daban cobertura a otro foco de las manifestaciones, que oficialmente, desde septiembre de 2018, se encuentran prohibidas por las autoridades policiales.

El reportero Noel Miranda, de artículo 66, denunció que le golpearon en la nariz en otra agresión directa de los oficiales. Pero también se reportaron a las autoridades ponchando las llantas de los vehículos en los cuales se movilizaron los periodistas en una jornada de especial tensión, marcada por la movilización de decenas de policías en la capital ante la convocatoria de marcha para protestar por los reos políticos.

Esta convocatoria a la movilización fue realizada por el comentarista política Jaime Arellano y el empresario José Dolores Blandino, pero la tensión escaló tras la firma también de un acuerdo de unidad entre siete movimientos y partidos de la oposición, realizado más temprano.

Tanto Arellano como Blandino se encuentran sin poder salir de sus casas desde hace seis días, luego que oficiales de la Policía se lo impidieron.   En total, la oposición reportó en días pasados al menos una veintena de casas bajo vigilancia policial, en especial de líderes políticos y algunos periodistas. Este martes, el aumento de la presencia policial fue tan notable que podían contarse por decenas en las calles e incluso vigilaron las afueras de la librería donde se celebró el evento político de unidad de la oposición.

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Una firma cargada de simbolismos

La oposición en Nicaragua, dividida desde hace años bajo el gobierno de Daniel Ortega (2007- al presente), firmó la gran Coalición Nacional con la que pretenden vencerlo en las elecciones que están previstas para el 2021. El evento contó con la representación de líderes campesinos, excarcelados, empresarios y sectores políticos que demandan justicia y la recuperación de la democracia en el país.

El acto estuvo lleno de simbolismos. En la búsqueda de un paralelismo histórico con los años 90, el acuerdo de los opositores se dio cuando se conmemoran los treinta años de la victoria en las urnas  de doña Violeta Barrios de Chamorro frente al mismo Ortega, lo que puso fin al primer gobierno sandinista.

En aquel momento, al final de la guerra fría y tras la cruenta guerra de los años ochenta, la elección en la que triunfó Barrios se convirtió en un plebiscito sobre la paz en Nicaragua y un castigo a los errores cometidos por los antiguos guerrilleros. Para lograrlo, la oposición requirió un esfuerzo de unidad en torno a la figura de la ex presidenta y de la coalición de partidos que la respaldó: la Unión Nacional Opositora

Con un Ortega en control de todos los poderes del Estado, la proclama, firmada por siete movimientos cívicos, ha apuntalado el reclamo por el respeto a los derechos humanos y las reglas democráticas. Así se escuchó la demanda de estudiantes, las madres de abril y todos aquellos sectores que reclaman que no haya impunidad por los más de 328 asesinados producto de la represión estatal en el contexto de las protestas, iniciadas en abril de 2018. Carlos Tünnermann, coordinador  de la Alianza Cívica, dijo que no es momento de hablar de candidaturas, mientras respaldó la unidad de distintos sectores contra el mandatario sandinista.

Entre los asistentes a la firma de la Coalición estuvieron miembros de las organizaciones opositoras como la Alianza Cívica, la Unión Nacional Azul y Blanco (UNAB), representantes del sector estudiantil, de la antigua resistencia nicaragüense y también del Partido Liberal Constitucionalista, este último bajo el liderazgo del expresidente Arnoldo Alemán, quien ha sido cuestionado por ser aliado del partido de gobierno según reportó en su transmisión en vivo el diario La Prensa de Nicaragua. Después vendrían las manifestaciones y el ataque directo e impune contra el periodismo de Nicaragua.

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