Por Riamny Méndez Féliz, miembro de #CONNECTASHub
La idea de robots que se programen a sí mismos para escribir noticias sin ninguna intervención humana, decidan coberturas basadas en sus propios algoritmos y actualicen las páginas webs que leemos, enfocadas en los intereses de cada lector, parece una distopía. Quizás sean estas las imágenes que nos llegan a la cabeza cuando pensamos en inteligencias artificiales (IA) como herramientas para el periodismo.
Pero todavía no estamos en ese punto de la discusión. El uso de estas tecnologías en las salas de redacción es aún marginal, aunque avanza a pasos agigantados. Por ello, debemos prestar atención al avance de las IA y abordar el tema con sentido crítico, para entender por un momento de qué están y algunas de las herramientas ya disponibles.
De esto se conversó en el panel “¿Cómo puede el periodismo incorporar inteligencias artificiales, incluyendo herramientas generativas como ChatGPT y Bard, para mejorar la producción y distribución de noticias?” durante el 24º Simposio Internacional de Periodismo Online (ISOJ), organizado por el Centro Knight para el Periodismo en las Américas de la Universidad de Texas en Austin.
En el panel participaron Jeremy Gilbert, de North Western University; Sam Han, de The Washington Post; Aimee Rinehart, de Associated Press; y Sisi Wei de The Markup, con la moderación de Marc Lavallee, de Knight Foundation.
Dos reflexiones clave que arrojó la discusión fueron que las redacciones pueden mejorar o ampliar ciertas coberturas con el uso de inteligencias artificiales, pero que estas pueden plantear dilemas éticos que deben abordarse desde el principio para mantener un periodismo de calidad.
Usos de la tecnología para mejorar coberturas y conectar mejor con más audiencias
Varios medios de comunicación ya están explorando las posibilidades que brinda la inteligencia artificial, como analizar grandes volúmenes de datos o generar noticias automáticamente a partir de la programación de IA conectadas a diversas fuentes de información, como hace Heliograf, cuenta Han.
Han también explicó cómo los chatbots pueden ser útiles para que las audiencias de los medios de comunicación pregunten sobre aspectos específicos de un tema. Un ejemplo es el chatbot que creó el Washington Post para responder dudas de los lectores sobre las elecciones de 2016. Podía responder dudas específicas sobre candidatos y situaciones locales muy particulares que quizás no estaban incluidas en la cobertura general.
Para Gilbert, las IA pueden ayudar a servir información de múltiples maneras, especialmente a las audiencias más jóvenes, inmersas en la cultura digital y con diferentes formas de consumir información.
Además, se habló sobre cómo medios locales, sin los grandes recursos de los que disponen empresas como el Washington Post, se pueden beneficiar de estas tecnologías. Rinehart considera que, en un futuro cercano, los medios pequeños podrán acceder a tecnologías que les ayuden a mejorar sus coberturas y mantenerse en contacto con sus comunidades a precios accesibles.
Los dilemas éticos en el uso de IA para la producción de contenido periodístico.
En el panel se discutió también sobre la importancia del sentido crítico y valores tradicionales del periodismo, como la transparencia, para lidiar con este dilema.
Para evitar prácticas no éticas, Han considera que se debe ser transparente con el público sobre el uso concreto que se dé a las IA en las redacciones. Esto es decir con claridad siempre que usen para crear contenido y además asegurarse de que la información sea revisada por periodistas antes de ser publicada.
Pero de momento esto no resuelve el dilema de cómo garantizar la veracidad de lo que contestan los chatbots de inteligencia artificial generativa (como ChatGPT) con respuestas inmediatas.
Además, hay preocupaciones por el plagio. Por ejemplo, algunas IA generan ilustraciones a partir de imágenes de diversos artistas. También se habló de desafíos tecnológicos para detectar informaciones falsas, con nuevas herramientas como las que permiten hacer los deep fakes.
Rinehart considera que se necesitarán nuevos instrumentos para detectar las imágenes y textos falsos que se pueden generar con las AI. Estas informaciones y escritos apócrifos pueden ser cada vez más sofisticados debido a la rapidez con la que evoluciona la tecnología.
¿Van las inteligencias artificiales a eliminar puestos de trabajo en las redacciones, en una industria que ya ha pasado y aún pasa por varias crisis vinculadas a los modelos de negocios?
Wei considera que es difícil predecir cómo una tecnología puede impactar en el mercado, pero piensa que posiblemente nuevos puestos de trabajo serán creados para manejar estas tecnologías en las redacciones.
Ella plantea que es un momento para experimentar cómo usar estas nuevas tecnologías para informar mejor a las audiencias y ampliar el público con nuevas coberturas gracias a las posibilidades que ofrecen estas inteligencias artificiales.
Para completar este artículo le preguntamos a Ask AI por qué algunos seres humanos tienen miedo de la inteligencia artificial, y respondió:
“Es posible que algunas personas tengan miedo o desconfianza hacia los sistemas de inteligencia artificial como yo debido a la falta de comprensión sobre cómo funcionamos y lo que podemos hacer. También puede haber preocupaciones sobre privacidad y seguridad de datos.
Sin embargo, es importante recordar que los sistemas de inteligencia artificial como yo son herramientas creadas por seres humanos para ayudar a resolver problemas y mejorar la calidad de vida. Como cualquier herramienta, su impacto depende de cómo se utiliza y se implementa.
En resumen, la comprensión y educación sobre la inteligencia artificial pueden ayudar a disminuir los temores infundados. Además, es importante que los desarrolladores y fabricantes de tecnología trabajen para garantizar la seguridad y privacidad de los usuarios y la transparencia en el uso de la inteligencia artificial”.
¿Ustedes qué piensan? ¿Le creemos a la IA?