El editor debe ser un líder, no solo un periodista con experiencia

Durante la primera semana de la Catedra CONNECTAS, Martin Baron, exdirector de The Washington Post, compartió con los participantes su evolución de periodista a editor y los aprendizajes que le dejaron casi cuatro décadas al frente de equipos periodísticos.

Marty Baron. (Courtesy Journalism Department) INFOBAE

De los 45 años de profesión periodística que lleva Martin Baron, en 37 ha liderado redacciones, guiado a periodistas y hecho malabares como editor. Sus experiencias en varios niveles y medios se tradujeron en una fuente de inspiración para los 20 participantes del Programa intensivo de Formación de Editores CONNECTAS 2022. 

Baron es un reconocido periodista, exdirector de The Washington Post (2012-2021) y quien orientó a los equipos ganadores de 17 premios Pulitzer. Su participación en la Catedra CONNECTAS es una fuente de inspiración y un homenaje al periodismo que indaga el poder sin importar las presiones y riesgos que se dan en el camino. 

Cuando se convirtió en editor a sus 29 años, no tenía claro las dificultades que traería su nuevo rol. En la mayoría de los casos, los periodistas lo asumen sin tener experiencia o entrenamiento para ejercer el cargo y sin saber lo que significa gestionar y liderar un equipo de reporteros en medio de la confusión y el caos de las multitudinarias tareas diarias.

Con el tiempo, Baron aprendió que hay varias características que debe desarrollar un editor para liderar efectivamente un equipo. Lo primero es la importancia de escuchar y conocer a su equipo. Para que los reporteros se beneficien de la contribución de sus colegas, el editor debe saber identificar las fortalezas y debilidades de cada uno. El liderazgo debe tener como objetivo ayudar a que los reporteros alcancen estándares periodísticos más altos. 

En su opinión, el editor debe asegurar que los periodistas tengan la mejor oportunidad para hacer un buen trabajo. La clave está en saber escuchar a los reporteros y ayudarles a afinar las historias, encontrar el mejor formato y lenguaje narrativo. 

Al final, el logro obtenido por uno es resultado de los aportes de todos. Por eso el orgullo de un editor se desprende no de sus logros personales, sino de los de su equipo, expresó. 

En ese sentido “el trabajo del editor es hacer que las personas trabajen juntas de manera efectiva. Sus salas de redacción van a lograr mucho más si las personas trabajan como equipo más que como meros individuos que trabajan de forma independiente”, dijo. 

Otros consejo del reputado periodista para los editores es ser claro con sus instrucciones y compartir con su equipo el norte al que se quiere llegar con una historia. Él, como representante de los lectores, debe saber hacerle a los reporteros preguntas clave que exploren aquello que la audiencia necesita conocer y la mejor forma para contarlo. 

Como cualquier periodista, debe tener un firme compromiso de pedirle cuentas a los gobiernos. Hay una demanda de buena información y los editores junto con su equipo de reporteros no lo pueden olvidar. 

Frente a las adversidades que se puedan presentar, Martin aconseja ser optimista pues él nunca ha tenido éxito esperando fracasar. “Nunca contraté a alguien que no enfatizara las oportunidades por encima de los obstáculos, que no comunicara un espíritu de optimismo más que de pesimismo”, afirmó.

Los recurrentes ataques a la prensa por parte de los gobiernos y sus aliados con el único propósito de descalificar el ejercicio periodístico son un claro ejemplo de las dificultades que puede atravesar el editor. 

Así lo aprendió en tres grandes reportajes en los que participó como editor: la cobertura que hizo en el Miami Herald del recuento de votos en La Florida durante las elecciones presidenciales de 2000, la investigación del Boston Globe sobre el encubrimiento de abusos sexuales de la Iglesia católica en Massachusetts y las filtraciones de documentos clasificados del consultor de la CIA Edward Snowden.

En todas estas publicaciones, Baron recibió ataques de políticos donde trataron de descalificar su trabajo. La embajadora estadounidense ante la Santa Sede incluso llegó a decir, sobre la investigación de curas pederastas, que darle el Pultizer sería como darle el Nobel de la Paz a Osama Bin Laden.

Pero al final, “lo más importante es que el público consiguió la verdad. Tenemos el deber de apoyarlos y escucharlos”, dijo Baron.

A pesar de los tropiezos, su opinión es que la valentía debe ser el motor que impulse a buscar y exponer la verdad, sobre todo hoy, cuando las redes sociales se inundad con engaños y teorías de la conspiración sin fundamento. Este es un obstáculo enorme para los que ejercen el periodismo.

Baron también habló de las filtraciones de información que se han impuesto en la última década, exponiendo grandes casos de corrupción y lavado de activos. Sobre este ejercicio, dijo que los periodistas “no deberían cometer crímenes para obtener información”. Pero que cuando la información es entregada a los periodistas, estos tienen el deber de exponerla. “No creo que sea una violación a la ética el recibir información de una filtración”, dijo.

Al final, la principal responsabilidad de un periodista es contar la verdad y decirle al público lo que necesita saber. “Rendir cuentas es lo que diferencia a la democracia de los regímenes autoritarios”, concluyó.

Recomendaciones

A lo largo de la semana, en sus lecciones magistrales, Martin Baron expresó algunos puntos clave para que los reporteros se conviertan en buenos editores.

Dejar de pensar a nivel individual. Cuando un reportero se convierte en editor su reconocimiento profesional deja de venir de ver su firma publicada y proviene de sacar satisfacción de los logros de su equipo.

El editor es el representante de los intereses del público en la redacción. Es importante pensar siempre en lo que los lectores quieren y necesitan saber.

Desplegar la mayor cantidad de información posible. El editor tiene la misión de hacer la mayor cantidad de preguntas sobre el reportaje que está haciendo un periodista de su redacción y así garantizar que la nota lleve tantas evidencias como sea posible con el fin de convencer a los lectores.

No tener miedo a clarificar un error. Cuando un medio incurre en alguna equivocación o imprecisión, Baron recomienda ser lo más transparente posible, rectificar la falla y aclararle al lector que hubo un cambio en el texto.

El editor no debe hacer reportería. Si el editor se concentra en su propio trabajo, no va a tener tiempo para dedicarse a la labor de acompañamiento y liderazgo de las personas que están a su cargo.

Si el editor escribe columnas de opinión, afecta la credibilidad del medio. Según Martin Baron: “Tenemos que convencer al público de que estamos ejerciendo un periodismo imparcial y honesto”.

Las características de un buen editor

En su primer conversatorio, Martin Baron habló de Cómo un reportero se convierte en editor. En este conversatorio, esbozó las fortalezas que, en su experiencia, tienen los mejores editores de medios.

-Un editor necesita ser generoso en otorgar reconocimiento a su equipo y reprimir su ego en servicio de los demás. Como su orgullo profesional no viene de su propio trabajo sino del de sus reporteros, el editor que piensa en que su trabajo es hacer brillar el de los reporteros a su cargo, y encuentra en eso satisfacción personal, logra potenciar mejores historias periodísticas.

-La curiosidad también es una característica esencial, porque el editor debe orientar a los periodistas en cómo concretar mejor sus ideas y encontrar focos originales para hacer reportajes atractivos y significativos. Con este objetivo, “es importante que el editor inicie conversaciones interesantes con su equipo sobre temas que reflejan las preocupaciones de las personas fuera de la sala de redacción”, dijo Baron.

-Ser crítico es fundamental. Baron cuenta que muchas veces abordaba la tarea de editar un texto periodístico como si estuviera haciéndole una entrevista a su redactor, poniéndolo sobre las cuerdas con preguntas difíciles. “El propósito de ser editor es representar al público, al medio y hacer cumplir los estándares de calidad de la institución”.

-Un editor es un líder que conoce a su equipo y tiene conversaciones con este y con la dirección del medio de manera regular. Conoce tanto profesionalmente como a nivel personal a los reporteros. Por eso estar en constante conversación con cada miembro del equipo individual y grupalmente es clave. Solo de esta forma puede conocer a fondo las fortalezas y debilidades de los reporteros, ayudarlos a mejorar las cosas que les faltan y potenciar las cosas en las que pueden destacarse mejor.

Cinco retos de un medio en el siglo XXI

1. Cada vez más, con la proliferación de noticias falsas y la velocidad con la que circulan las noticias en Internet, el principal reto es siempre verificar la veracidad de la información. Martin Baron recomienda tener claro que no solo somos un repositorio de información. La verificación también es importante.

2. Por supuesto, el aspecto económico de mantener un medio es también un desafío. El secreto de la sostenibilidad en opinión de Baron es diferenciarse: “Creo que los medios deben distinguirse de las redes sociales. El tráfico o solo los clics no son buen negocio, algún día debemos tener suscripciones” y, para eso, el lector debe ver una propuesta de valor agregado en el medio.

3. En la misma línea, hay que definir a quién y de qué se habla. No se puede cubrir todo. “Hay un segmento que está dispuesto a recibir nueva información y nueva evidencia, deberíamos enfocarnos en esas personas, en lugar de fijarnos en la reacción de todo el mundo”, opina Baron.

4. Una obligación es innovar. Sino eso, los medios “no vamos a sobrevivir”, afirmó Baron. En su experiencia, hay que contratar a profesionales especializados que manejan esas nuevas tecnologías y facilitar un espacio de innovación y proposición de ideas en la redacción.

5. Otro desafío es cómo mezclar los diferentes formatos multimedia que ha hecho posible el periodismo digital. Baron sugiere apostarle a todo. “Yo creo que ese es el futuro del periodismo: una combinación de todas las herramientas que tenemos (texto, gráficos, videos, etc.)”. Cada vez el mundo es más visual. El periodismo tiene el desafío de identificar eso y mudarse a esos nuevos formatos.