Así se adaptan las redacciones al impacto del COVID-19

Con la llegada del coronavirus, los medios de comunicación empiezan a cumplir sus tareas en remoto. No hay fórmula secreta de cómo hacerlo mejor. Aquí te compartimos cómo lo están haciendo algunas redacciones y cómo les está yendo.

COVID-19
Imagen de referencia sobre el teletrabajo. Crédito: Pixabay.

La pandemia por el COVID-19 ha llevado a que en varios países y regiones del mundo decreten cuarentenas o toques de queda. Mantener la emisión de información de manera constante y de forma remota ha sido un reto que algunos han equiparado a lo que ya ha sido la dura transición del mundo análogo al mundo digital, pero en pocos días. 

Prestigiosas organizaciones que brindan soporte al periodismo en Latinoamérica han reaccionado compartiendo valiosas herramientas y recursos para mejorar la cobertura del COVID-19 para encontrar historias colaborativas, suministrando listados de fuentes, organizando webinars, y estimulando formas inteligentes y creativas de trabajar a distancia. Así por ejemplo lo comparte el Centro Knight para las Américas, tras revisar la experiencia con varios medios como Globo, La Voz del Interior, Los Andes, El Espectador, entre otros. De igual manera IJNet en español, el proyecto de ICFJ viene compartiendo diferentes estrategias, similar a la Fundación Gabo, o a las redes en español de la Red Global de Periodismo de Investigación

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En CONNECTAS hablamos con varios miembros de nuestra Comunidad, y también a partir de nuestra propia experiencia, compartimos cómo van las nuevas dinámicas, en un momento que puede transformar de forma inimaginada la vida diaria como la conocemos. 

eldiario.es fue una de las primeras redacciones de más de 100 personas en España en adoptar el teletrabajo. Juan Luis Sánchez, su cofundador y uno de los miembros del equipo académico de nuestro Programa Intensivo de Formación de Editores, compartió cómo en su equipo ya tenían una dinámica de teletrabajo una vez a la semana, pero “no es nada comparable con lo que esto supone que es todo el mundo trabajando a distancia, todo el tiempo. También es verdad que en eldiario.es estábamos muy acostumbrados a trabajar con sistemas como Slack o Telegram, tenemos muchísimos grupos para tareas diferentes, así que más o menos estamos entrenados para ese tipo de historias”.

Resalta cómo incluso en la dinámica en condiciones normales, el chat ya era parte cotidiana de la asignación de tareas y su seguimiento. “Nos resulta muy útil porque no interrumpe ningún proceso sino que cuando puedes mirar Telegram, pues allí hay alguien que te ha dicho algo y le contestas cuando puedas y eso es muy útil”, añadió Sánchez. Sin embargo, reiteró que “no hay punto de comparación con lo que estamos haciendo ahora. Al final es muy difícil y se tarda muchísimo más en tomar cualquier tipo decisión”.

En CONNECTAS de manera coloquial decimos que dos horas de chat son cinco minutos de conversación. Es muy útil, pero en exceso sensible si se deja abierto para ver temas de fondo, y peor aún cuando se cae en discusiones. 

Para Sánchez “está siendo emocionante porque el contexto y el momento es totalmente excepcional. La gente está dejándose incluso la salud porque todo este proceso también desgasta mucho desde el punto de vista de la salud mental, el desgaste emocional de estar en casa preocupado por lo que pueda pasar con algún compañero o familiar, o como está pasando en eldiario.es con varios casos de síntomas muy claros de coronavirus”.

“Trabajar con todo eso es muy complicado y sin poder vernos, abrazarnos, ni entre nosotros ni a nadie que esté fuera de nuestras respectivas casas, está siendo más complicado por eso que por el trabajo en sí, porque esta redacción tiene un muy buen equipo, músculo para cubrir últimas horas e ideas para muy buenos enfoques, pero claro, todo el proceso personal está siendo difícil“.

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Cristian Ascencio, editor de El Mercurio de Antofagasta y miembro de nuestra Comunidad periodística, señaló que el pasado miércoles 18 de marzo fue el primer día con teletrabajo en su medio, “por lo que el diario del jueves de cierta manera será histórico”, subrayando cómo además este medio aún mantiene la edición en papel. “Decidimos que solo los editores, el director, el fotógrafo y el diseñador fueran a la oficina, los diez periodistas están trabajando desde casa. En Chile no hay obligación de teletrabajo aún, pero es la recomendación”.

Indicó además que las comunicaciones las realizan por Slack, mientras que los artículos y fotografías se suben a la nube de Google y se comparten con todo el equipo, lo que les permite ir revisando las notas a medida que se están escribiendo. De esta adaptación espontánea, ya se están preparando con el medio “para hacer en algún momento teletrabajo total, y por eso tenemos conexiones VPN ya dispuestas para ello. Hoy cada periodista envió su pauta por Slack, la revisamos los editores en la oficina y después de eso hablamos por teléfono con cada uno de ellos, esa tarea nos la repartimos entre los dos editores. En la tarde empezamos a llamarlos otra vez para saber cómo les resultó el reportero y ya empiezan a escribir”.

Gisela Rodríguez, periodista de El Pitazo y participante de Editores CONNECTAS, alertó sobre los retos que implica el teletrabajo, especialmente en países con contextos adversos como Venezuela debido a los problemas eléctricos y la baja calidad de Internet. Señaló que se tiene que “aprender a trabajar con los que se quedan sin Internet e incluso sin señal para poder hacer una llamada (…) los múltiples chats, todos hablando al mismo tiempo generan angustia. Hay que tener mucha disciplina y organización“.

Imagen de referencia. Crédito: Pixabay.

Las autoridades en diversos países han alertado sobre la solidaridad en el uso de la red también en estos tiempos de crisis. Aconsejan en llamadas desactivar el video, en lo posible volver a las líneas fijas, y las labores de descarga o subida de videos y audios concentrarlos en horas valle, para así liberar ese ancho de banda para otros consumidores.

También desde Venezuela Lisseth Boon, miembro de nuestra Comunidad periodística y coordinadora de la unidad de investigación de Runrun.es y de la Alianza Rebelde Investiga, destacó que si bien la redacción del medio tiene un chat editorial de WhatsApp para las comunicaciones básicas, “con la coyuntura del coronavirus abrimos una sala especial para las reuniones semanales de pauta”.

La experiencia de CONNECTAS es evitar en la medida de lo posible abrir múltiples canales y grupos. La capacidad distractora de tantas alertas simultáneas puede ser agobiante por todo lo que se acumula en estos días.  

“El lunes 15 de marzo, las diez personas del equipo tuvieron su primera reunión mediante la herramienta Jitsi Meet, donde acordamos la pauta semanal y cobertura especial del COVID-19 en Venezuela. Bloqueamos las pantallas para tener una mejor conexión, aunque es usual que se presenten dificultades por todos los problemas de Internet que padece Venezuela”, compartió Boon. Se trató de una “reunión inédita para la redacción, pero no para algunos miembros de Runrun.es que ya utilizan desde hace un buen tiempo esta herramienta para reuniones de proyectos transnacionales y/o colaborativos con colegas que se encuentran en otros países”.

En lógicas regionales como la de CONNECTAS, donde se ha venido construyendo la mayor redacción regional, se han implementado protocolos y mecanismos que han permitido resultados e investigaciones de calidad, gracias al trabajo conjunto de periodistas, editores y aliados, todos de manera remota. Aún así, en la coordinación de esta importante operación con un centenar de autores y editores en una decena, la operación de la “torre de control” ha sido un esquema clásico. Gracias a las protestas sociales y cortes de luz frecuentes, el equipo cada vez más ha ido afinando mecanismos que en esta crisis permite total flexibilidad con horarios y el teletrabajo ha sido más una decisión individual de cada uno, de solidaridad, y responsabilidad colectiva.

Herramientas en la distancia

Arlen Cerda, editora de Confidencial, en Nicaragua, medio que hace parte de nuestra Comunidad de Aliados, da algunas recomendaciones para que los equipos funcionen correctamente cuando se implemente el trabajo remoto. Sugiere que se “aclaren bien los límites de las aplicaciones”, ya que las personas tienen su red social preferida por la cual comunicarse y eso puede generar inconvenientes. “Había quienes me querían escribir hasta vía Messenger de Facebook, porque ‘ahí pasaban más tiempo’. Otros que mejor por Hangouts. Yo, muy democrática, vi dónde estaban la mayoría y los demás tuvieron que acostumbrarse (…) Esto es importante para ahorrar dolores de cabeza”.

“La crisis del coronavirus llega para nosotros en un momento en el que a tras más de 15 meses del asalto a nuestra redacción, nos estábamos planteando cómo retomar una dinámica más presencial. En Nicaragua, el Gobierno ha respondido con silencio y hermetismo a la crisis del coronavirus y desde el Gobierno se promueven aglomeraciones y concentraciones masivas, como marchas y simulacros, mientras el mundo cierra fronteras y receta cuarentenas. En nuestra redacción nuevamente hemos limitado las reuniones presenciales, pero los miembros de nuestro equipo siguen en la calle, cubriendo una crisis de salud pública en condiciones de dictadura. Ese es todo un desafío, pero al menos en lo de organizarnos a remoto, ya tenemos experiencia”.

Recomendó “establecer canales de comunicación claros: qué red o redes, para qué, y quiénes participan. Promover en todos responsabilidad de comunicarse en tiempo y forma y fomentar la autodisciplina del equipo, y de uno mismo, para completar las tareas sin morir en el intento”.

Algunas de las herramientas populares para las comunicaciones y el trabajo a distancia compartidas por los miembros de nuestra Comunidad Periodística son las siguientes:

Skype: Disponible para iOS, Android, Windows y Mac. Ofrece llamadas gratuitas y videollamadas con alta definición, bien sean individuales o grupales y la capacidad de grabar las mismas, subtítulos, mensajería, la posibilidad de compartir pantalla e incluso llamadas internacionales “asequibles” a números fijos y móviles.

 

Zoom: Cuenta con funciones de conferencias de video y audio, chats y seminarios web en dispositivos móviles y computadoras. Su nivel básico gratuito permite contar con hasta cien participantes en una reunión grupal o tener una individual, pero tiene un límite máximo de 40 minutos para las conferencias con varias personas.

 

Hangouts Meet: Esta utilidad de Google integrada en la plataforma G Suite permite unirse a reuniones a través de un enlace web, pudiendo ingresar desde una computadora o aplicación móvil. En caso de que se cuente con G Suite, se puede crear el enlace directamente a través de una invitación de Google Calendar.

 

Slack: Disponible en Windows, Mac, iOS y Android. Goza de salas de chat organizadas por temas, además de grupos privados y mensajes directos, y en caso de necesitar algo en específico, tiene un cuadro de búsqueda que permite acceder a todo el contenido de la aplicación. Ofrece además la posibilidad de hacer llamadas individuales o grupales y solo de voz o video.

 

TrelloCOVID-19: A diferencia de las anteriores, se trata de un software de gestión de proyectos para organizar a los equipos, asignándoles tareas y rastreando el progreso de las mismas. Se actualiza en tiempo real y cuenta con la capacidad de adjuntar documentos, compartir comentarios y hacer listas de tareas con fechas de entregas.

 

Jitsi MeetCOVID-19: Esta es una utilidad menos conocida pero con muchos beneficios. Las reuniones virtuales no tienen límite de participantes, las salsa pueden ser privadas y solicitar una contraseña para poder acceder, no es necesario crear una cuenta, tiene audio y video de alta calidad, no requiere descargar programa alguno y se puede invitar a las personas con tan solo compartirles el enlace.

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Ahora, una duda es cómo continuar con el trabajo de reportería bajo medidas de aislamiento. John Machado, periodista en El Mercurio de Cuenca, Ecuador, y miembro de nuestra Comunidad, compartió como primera medida “evaluar por parte de los editores cuáles periodistas podían cubrir sus fuentes desde casa, para este caso las fotografías se obtienen del archivo o mediante envíos por WhatsApp o correo electrónico. Se dispuso que las áreas de Cultura, Deportes, Economía, Entretenimiento y el editor encargado de soft news trabajen desde casa y envíen su material por correo para ser diagramado en la redacción por periodistas y diseñadores, que sí están laborando normalmente”. Comentó además que los recorridos obligatorios como el traslado hacia ruedas de prensa son utilizados “para hacer transmisiones en vivo y mostrar a la gente cómo está la ciudad, a la vez que damos información de salud y actualizamos datos”.

Asimismo, detalló que en labores normales solo hay dos editores, uno de ellos “llena la página nacional e internacional con trabajo de agencias al cien por ciento”; tres periodistas de notas locales, uno de región y uno de sucesos. Finalmente, señaló que las ventas del impreso se realizan “en fundas biodegradables para evitar la manipulación, y el impreso redujo páginas y producción por la emergencia”.

También el diario El Universo, en Ecuador, implementó el teletrabajo. Mónica Almeida, miembro de nuestra Comunidad periodística, en conversación con Xavier Reyes, nos compartió cómo “la redacción está conectada por medio de la plataforma tecnológica. A breves rasgos, los editores y coordinadores se encargan del diseño y cierre del periódico, mientras que los reporteros y periodistas de conseguir y trabajar la información con fuentes oficiales y en recorridos estrictamente necesarios en las calles”.

Reyes manifestó que los periodistas del medio “utilizamos todas las opciones de telecomunicaciones para estar en permanente contacto. En la redacción no hay personal periodístico, todo se hace vía teletrabajo, en un esfuerzo coordinado entre la parte editorial y las de informática, producción y circulación”. En Ecuador “hay salvoconductos” para que los periodistas puedan movilizarse, pues “el país se encuentra en Estado de Excepción y con toque de queda entre las 21:00 y las 05:00 todos los días, con excepción de Guayas, donde el toque de queda empezará desde las 16:00, debido a que Guayaquil es la ciudad con la mayor cantidad de casos de COVID-19”.

Por otro lado, Susana López, periodista en Urgente.bo y miembro de nuestra Comunidad, habló sobre algunas herramientas que han empleado para hacer efectivo el trabajo remoto. A pesar de no tener implementado de momento el teletrabajo en Urgente.bo, recordó que en noviembre sí debieron usar esta metodología por el conflicto social que hubo en el país y que propició la salida de Evo Morales. “Por aquél entonces, por la coyuntura evitamos utilizar WhatsApp y cualquier streaming por la vigilancia del Gobierno hacia los medios, al menos eso pudimos sentirlo cuando dieron de baja varias de nuestras redes sociales”.

Desde su experiencia recomienda StreamYard, con la cual junto a su equipo pudo trabajar “perfectamente (…) inclusive grabamos la sesión que duró un poco más de dos horas. Tiene la opción de añadir hasta seis participantes o más, y lo más importante es que no se corta la señal, es de muy buena calidad y se puede acceder a través de un enlace de invitación. Toda comunicación era a través de Signal con la opción de ‘desaparecer’ los mensajes que nos enviamos. esto se puede programar con un lapso de hasta diez o veinte segundos de duración solo para lectura, y claro, todos teníamos nuestras contraseñas de la página web como tal para subir al servidor las notas que escribíamos”.

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Una época de ajustes, donde irán decantando las mejores prácticas según cada contexto, y las herramientas más útiles en estos tiempos de cambio.

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