La crisis del Silicon Valley ecuatoriano

La Ciudad del Conocimiento Yachay fue pensada por el expresidente Rafael Correa como un megaproyecto científico, tecnológico y empresarial para ser materializada con créditos chinos. Luego de seis años en construcción, los edificios del complejo tienen fallas estructurales, las tierras expropiadas para el proyecto están abandonadas y hay evidencias de afectaciones al patrimonio arquelógico

Estructuras sin suficiente acero. Losas que se hunden. Placas que deben demolerse. La construcción de los cinco edificios del campus universitario de la Ciudad del Conocimiento Yachay, el megaproyecto impulsado por el ex presidente ecuatoriano Rafael Correa para crear un Silicon Valley ecuatoriano, está suspendida y ya se ha confirmado que los inmuebles presentan fallas que harían imposible su uso futuro sin antes reforzar las estructuras. De otro modo no podrán soportar la carga que este tipo de edificaciones educativas debe llevar.

Un equipo del diario El Comercio de Ecuador tuvo acceso exclusivo a un informe diagnóstico que fue contratado por Yachay EP, empresa pública encargada de las obras, como parte de una investigación periodística sobre el proyecto. El documento presenta una radiografía que confirma que los errores técnicos han empañado las labores en el complejo, originalmente concebido para ocupar  4.462 hectáreas del cantón Urcuquí, en  la provincia agrícola de Imbabura y el cual se desarrolla con un plan maestro elaborado por IFEZ, empresa de Corea del Sur que maneja la pujante Zona de Libre Comercio de Incheon en ese país asiático.

El caso de los cinco edificios es tan solo un aspecto de las sombras que se han posado sobre Yachay y que han hecho pensar que la oscuridad le gana al conocimiento, a la ciencia y la tecnología justamente en una obra destinada a encumbrarlas. Financiada en parte con un crédito de 1.034 millones de dólares aportado por China, las nuevas autoridades encargadas de Yachay afirman que se encuentran en un proceso de reajuste de los alcances del megaproyecto para adaptarse a las realidades de un presupuesto público deficitario y para revertir los resultados fallidos, los cuales fueron documentados  en el trabajo de El Comercio.

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Ibarra Ecuador 16/10/2017
Reportaje sobre Yachay, en la foto las construcciones que se encuentran paralizadas por problemas arquitectonicos
foto: Vicente Costales / El Comercio

Mientras eso sucede, un grupo de empresas se encuentra bajo escrutinio del gobierno del presidente Lenín Moreno y de la Contraloría. Entre ellas destacan la contratista Conecuakor, compañía controlada por el Colegio de Ingenieros del Ejército, que construyó los cinco edificios y cuyos voceros afirman que siguieron con exactitud los planos que gratuitamente hizo IFEZ para los inmuebles y que fueron avalados por la consultora Hospiplan, la cual fue fiscalizadora de las obras, y la cual está en el centro de la atención pública y oficial. En la lista de empresas igualmente se encuentra Imbavial, empresa encargada de las vías, cuya construcción estuvo suspendida 1.000 días por falta de diseños definitivos de las redes de aguas y alcantarillado. Igualmente en el ojo de la tormenta está  la trasnacional china Gezhouba, contratada gracias al préstamo concedido por el gigante asiático para construir dieciocho bienes y sistemas de servicios, entre los que está el alcantarillado y un  edificio denominado Clúster de las Ciencias de la Tierra. La gerencia de Yachay EP observó que la empresa tiene retardos en la construcción de la canalización de aguas  por no contar con diseños definitivos. En el caso del clúster se han identificado 180 fallas en el diseño a cargo de otro contratista, por lo que se suspendió la construcción. Otra de las cuatro empresas chinas involucradas en el proyecto es CWE y ha tomado especial relevancia debido a que la Fiscalía adelanta una investigación por supuestamente haber incubado mecanismos de corrupción semejantes a los descubiertos en el caso de la constructora brasileña Odebrecht.

Ibarra Ecuador 16/10/2017
Reportaje sobre Yachay, fotos panoramicas del campus
foto: Vicente Costales / El Comercio

La investigación del diario ecuatoriano demuestra que los problemas no solo han sido de ingeniería y urbanismo. El abandono de tierras productivas que fueron expropiadas para el proyecto y los daños de parte del patrimonio arqueológico de los Caranqui, cultura precolombina que estuvo asentada en el área de la Sierra norte del Ecuador. Así quedó establecido en la investigación, que fue realizada con apoyo del International Center for Journalists (ICFJ) y de la plataforma latinoamericana de periodismo CONNECTAS.

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