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    EL EVENTO

    Jeremy Mc Dermott, Rafael Croda, Silber Meza y Carlos Eduardo Huertas conversaron sobre los carteles en la región: su crecimiento, características de esta coyuntura, las disputas por el negocio y las consecuencias para los diferentes países.

    Expertos en conflicto han hablado de la ‘mexicanización’ de América Latina debido a la mayor presencia de cárteles mexicanos en países latinos como Colombia, principal productor de cocaína de la región. Esta fue la primera premisa que generó debate en el Encuentro Virtual “La expansión del narco mexicano en América Latina”, en la que participaron tres expertos en el tema que investigan este tema desde México y Colombia para el resto de la región.

    El panel tuvo posiciones encontradas con respecto a los temas que se trataron. Croda, por ejemplo, asegura que hubo un desplazamiento de los colombianos en muchas de las rutas de venta de droga y gracias a esto los mexicanos tienen tan claras las rutas de distribución hacia los países de Centroamérica, México y Estados Unidos. Sin embargo, Jeremy Mc Dermott afirma que hoy en día la participación colombiana en el mercado de Estados Unidos es mucho menor que antes y los mexicanos son los proveedores principales. “Los mexicanos no están tan interesados en el mercado de los Estados Unidos por razones muy sencillas: un kilo de cocaína en Estados Unidos vale entre 20 y 25 mil dólares, en Europa vale entre 35 y 50 mil dólares, en China 50 mil dólares, Japón 80 mil dólares, Australia 100 mil dólares. Y los colombianos están concentrándose en estos mercados más lucrativos y menos riesgosos porque Estados Unidos implica un riesgo muy alto de extradición y expropiación de bienes”.

    Silber Meza dijo que la mexicanización o no depende del uso político que se le dé al término. “Los cárteles mexicanos están muy fortalecidos, a pesar de que se les ha combatido en la última década con los elementos militares, porque los cárteles han aprendido a convivir con esa violencia aun cuando se han ido fragmentando de un puñado de cárteles a más de 40 células delictivas. En México ha crecido el mercado en los últimos años desde que Estados Unidos fortaleció su frontera e incrementó sus decomisos”.

    Un medio para socavar la democracia

    El principal flagelo del narcotráfico es la corrupción, puesto que no hay una estrategia definida por parte de Estados Unidos para combatir el problema. Tampoco hay una dinámica conjunta que haya establecido entre los países del ALBA frente a la política antidroga que se trata de imponer en América Latina. Incluso, en países como Colombia, el narcotráfico ha jugado en contra del proceso de paz.

    En países como Venezuela, el narcotráfico tiene una importancia muy alta ya que, a medida que se ha incrementado la corrupción en Colombia, en la frontera con este país se han permitido tráficos elevados de cocaína. “En la dinámica regional veo a Venezuela creciendo de una manera impresionante, sobre todo porque los venezolanos están dispuestos a trabajar en narcotráfico a cambio de comida”, afirmó Mc Dermott.

    Con la salida de las FARC, por su parte, es muy difícil identificar posturas y nodos en la red del narcotráfico. Aunque Mc Dermott hizo énfasis en esa afirmación, Croda aprovechó para fijar posición sobre el modus operandi de los responsables del asesinato al equipo periodístico del diario El Comercio en la frontera entre Colombia y Ecuador: “Las autoridades colombianas aseguran que Guacho es un instrumento del cártel de Sinaloa y que su principal negocio está con los cárteles mexicanos. Es decir, ellos no tienen una participación directa en la violencia que está generando Guacho, pero están financiando su actividad, los que están alentando la violencia que se vive en esa región”.

    En cuanto a coyunturas, Croda habló sobre el trabajo del periodista en zonas afectadas por conflictos. “El trabajo del periodista en este tema es cada vez más difícil, los narcotraficantes ahora son invisibles, han decidido que la mejor herramienta de seguridad es el anonimato, por ende se necesita más sofisticación en la investigación del enemigo para develar el delito. Lo que lleva a concluir que urge mejorar los niveles de especialización para lograr la tarea a cabalidad”.

    Silber Meza, al final, mostró su incertidumbre al respecto: “La pregunta que los periodistas intentamos resolver todos los días es ¿cómo trabajar sin que ser asesinados? Las amenazas vienen de ambos bandos de grupos criminales que se camuflan en la legalidad y los grupos ilegales en la ilegalidad”.

    Carlos Eduardo Huertas, moderador del encuentro, agradeció a los panelistas de este encuentro y a los participantes por su tiempo, sin antes brindar una reflexión final: “La capacidad del narcotráfico está asociada a socavar la democracia a través de la corrupción. Ahora se controlan los poderes establecidos para garantizar su seguridad”. 

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