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    EL EVENTO

    El periodismo en varios países de América Latina se mueve entre el autoritarismo, la radicalización represiva, la criminalización judicial y un entorno asfixiante para poder informar libremente. En el #DiálogoCONNECTAS del pasado 24 de noviembre, periodistas de Cuba, Bolivia, El Salvador, Nicaragua y Venezuela discutieron sobre la situación.

    En dichos países, a pesar del cierre a medios de comunicación, persecución por parte de la fuerza pública, estigmatizaciones desde el poder, allanamientos judiciales, intimidaciones a los reporteros, interceptaciones ilegales, entre otras amenazas, los periodistas han mantenido su trabajo informativo a través de diferentes estrategias.

    En el panel estuvieron Jessica Ávalos, periodista salvadoreña de Revista Factum; José Jasán, editor general El Toque en Cuba; Nelfi Fernández, periodista de investigación y datos en Bolivia;  Nelson Bocaranda, editor en jefe de Runrun.es en Venezuela  y Octavio Enríquez, periodista nicaragüense y editor CONNECTAS.

    Este Diálogo se hizo en alianza con el International Center for Journalists (ICFJ), IJNet y CONNECTAS.

    Amenazas y hostigamiento

    En Latinoamérica muchos reporteros han tenido que exiliarse puesto que la persecución y amenaza desde el poder ha llegado a niveles que son insostenibles para su trabajo. Por ejemplo, en países como Nicaragua, desde 2018 más de 70 periodistas han tenido que salir del país y los artículos que se publican deben ser firmados por aquellos que no están en el país, con el fin de protegerse los unos a los otros, como explicó Enríquez.

    Según Ávalos, en El Salvador los periodistas son “de resistencia”, razón por la cual han dejado de verse como competencia y más bien como una ayuda para mejorar la comunicación hacia los ciudadanos. Del mismo modo, el gobierno ha sido ágil y eficaz en amedrentar a los reporteros en diferentes espacios, lo cual es una constante en otros países de la región.

    En el caso de Bolivia, existe una descalificación constante por parte de las autoridades hacia los medios de comunicación, y por esto están cayendo en autocensura y precarización del salario de los periodistas, como contó Fernández. También, en el caso cubano, Jasán explicó que el caso es un poco más álgido, pues todo el ejercicio informativo está controlado por el Estado y por eso, hay periodistas presos, detenidos y exiliados actualmente.

    En esa misma línea, Venezuela ha empezado a sufrir las causas de los bloqueos de internet, por ejemplo, los medios han tenido que crear sitios espejo para hacerle frente a la censura del gobierno, sin embargo, Google reconoce estos sitios web como no originales, lo cual hace difícil tener un buen rendimiento de SEO y por ende, tener dificultades para entregar contenido a la audiencia. Así pues, según Bocaranda, las consecuencias de esto han sido grandes e implican retos diarios para comunicar lo que está pasando en el país.

    Salidas para los periodistas

    Para responder a las acciones del gobierno, los medios de comunicación han empezado a crear  diversas estrategias. En este sentido, los periodistas han tomado ejemplo de cómo periodistas de países como Cuba responden a la censura de los gobiernos, puesto que su experiencia ha sido más prolongada. Según Enríquez, el rol de los medios es informar con claridad y transparencia, pues los regímenes viven “del miedo y la represión”.

    También, parte de la labor del periodismo ha sido incluir a la sociedad civil en el quehacer diario, razón por la cual en países como Cuba o Venezuela existan colectas hechas por la sociedad civil para sacar a periodistas de la cárcel o para asumir costos legales de defensa hacia los reporteros.

    Igualmente, según Enriquez, existe el reto de hacer notas periodísticas cuando las fuentes no quieren revelar sus nombres, para esto los medios están apelando al rigor en sus artículos y tener reporteros en todo el territorio para poder explorar cada tema a fondo. En esta misma línea, Ávalos agregó que es importante no tomar postura frente a lo que se escribe porque la labor es de documentar y narrar.

    Por último, los participantes resaltaron la importancia del apoyo psicológico para los equipos periodísticos, puesto que son situaciones de crisis difíciles de manejar. Asimismo, recomendaron que cada medio tenga manuales para que los redactores sepan qué hacer en caso de una captura, un interrogatorio o un acusamiento por parte del gobierno. En ese mismo sentido, las experiencias a nivel global ayudarán a qué los periodistas puedan afrontar las crisis sin dejar el ejercicio de informar a la ciudadanía.

    A manera de conclusión, informar a la ciudadanía en contextos donde la democracia se degrada constantemente, implica observar el actuar de los gobiernos para poder hacerle frente desde la comunicación, mostrando los hechos con transparencia, teniendo en cuenta que los gobiernos siempre intentan imponer una verdad y desinformar a la población. 

    A través de datos y cifras, con ayuda de la sociedad civil, los medios de comunicación de estos países lograrán la difícil tarea de informar cuando esto es un delito o está restringido. Además, esto solo será posible a través de la colaboración entre periodistas porque como explicó Bocaranda “el periodismo colaborativo es el periodismo del futuro”.

     

     

     

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