La comunicación —apunta— va de la mano con la conformación de grupos de sanación de los cuales forman parte jóvenes capacitados en medicina tradicional. Ellos organizan talleres con líderes y sabios conocedores de la medicina ancestral para intercambiar información sobre plantas medicinales, procedimientos y demás a través de audios, videos y conversaciones en Zoom u otra plataforma digital. En esas comunicaciones imparten las recetas a base de hierbas propias, acompañadas de aspirinas o ibuprofeno. Muestran, también, cómo prepararlas, sea para la fiebre, los malestares respiratorios, las diarreas o el estrés y debido a que en algunos ayllus no hay algunas matas, experimentan con otras oriundas de sus territorios. Samuel, por ejemplo, tiene las fórmulas guardadas en su computadora y las comparte con quien se las pida, desde los curacas que recorren los pueblos hasta personas en otras regiones.
Otros pueblos del noreste, centro y oriente de Bolivia llevan a cabo campañas como “Cuida tu comunidad”, que, en respuesta a las peticiones de los pobladores, se difunde en los idiomas besiro (chiquitano), zamuco (ayoreo), chacobo, chimán, mojeño ignaciano, mojeño trinitario, movima, cavineño bia (yuqui) y quechua, mediante cuñas radiofónicas y cartillas distribuidas por Whatsapp y otras redes sociales. Esta iniciativa es impulsada por el Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (Cejis) y además de sensibilizar y brindar información culturalmente adecuada sobre cómo prevenir el contagio del virus “lo que se busca es revalorizar el idioma materno de los pueblos indígenas. No solamente llevar información en español, sino mostrar y reivindicar la diversidad lingüística del país”, según Miguel Vargas Delgado, especialista en derechos de los pueblos indígenas y director de Cejis.
En Perú, la preocupación llegó incluso a idear una estrategia para combatir la desinformación sobre la covid-19 y desmitificar la pandemia en pueblos andinos y amazónicos. En abril de 2020, OjoPúblico lanzó su proyecto Chequeos en Lenguas en respuesta a llamados que distintas organizaciones habían hecho un mes antes al Gobierno para que les prestara atención en distintos aspectos, entre ellos con información, clara, segura, pertinente y en sus idiomas nativos.
La iniciativa es una alianza con quince emisoras regionales de ocho regiones del país y los mensajes se difunden en cinco lenguas representativas. Los contenidos se centran en desmentir afirmaciones como que tomar agua en abundancia puede ayudar a eliminar el virus alojado en la garganta, que ingerir vinagre es un método diagnóstico o que el contagio se transmite por las antenas de telefonía 5G. También se refieren a la importancia de las vacunas, a las diferencias entre el dengue y la covid o al uso de las mascarillas, entre muchos tópicos de interés.
Curar y enseñar
A la par de los comunicadores, indígenas que se desempeñan en otros campos han llevado los mensajes de prevención. Es el caso de Betty Souza Mozombite, lideresa ticuna del Amazonas colombiano y auxiliar de enfermería, que ha contribuido con las comunidades de su entorno: “El Gobierno ha hecho poco, casi nada, por apoyarnos en cuanto a la información del coronavirus. Somos nosotros quienes hemos desarrollado programas y campañas interculturales. Por ejemplo, hemos hecho videos de cómo evitar la enfermedad, lavándose las manos y todo esto, en las lenguas ticuna y uitoto. Lo hicimos porque no veíamos una respuesta en la ciencia y empezamos a buscarla nosotros mismos. Esto ha ayudado a que mucha de nuestra población pueda continuar viviendo”. Souza también ha elaborado carteles en los que llama la atención sobre qué es la covid-19, cómo se debe prevenir, cómo se contagia. Así informa y enseña a la gente.
“En tiempos de pandemia empezamos a recordar, empezamos a tratar con esas enseñanzas que nos han dejado nuestros padres, nuestros abuelos, y esto nos ha dado un buen resultado”.
Betty Souza Mozombite, auxiliar de enfermería
El contenido de los mensajes no se centra exclusivamente en recomendaciones de distanciamiento o aseo personal, sino que ha hecho énfasis en el fortalecimiento de las chagras. “Esta pandemia nos ha enseñado a empezar a valorar y a darle uso a lo nuestro —relata la auxiliar de enfermería—. Ha sido muy positivo darnos cuenta de que la supervivencia de nuestro pueblo está en nuestro territorio, en los cultivos, en la cría, en el sembrado, en nuestra medicina natural. Por eso, en los videos recomendamos mucho fortalecer sus siembras, sus hortalizas y la cría de gallinas o de todas las especies animales que nos pueden servir de alimento. Algo que hemos recalcado muchísimo es conservar y seguir fortaleciendo las plantas medicinales en nuestras casas o en los lugares que podamos. Este ha sido un despertar más para nuestros pueblos”.
Luego de sufrir los síntomas de la covid-19 y de recuperarse tras vaporear plantas tradicionales, y al ver que las instituciones de salud de su país no atendían las demandas de los indígenas, Betty empezó a tratar a los pacientes con vaporizaciones a base de hojas de papaya, limonaria o hierba luisa, tal como su padre le enseñó. En el camino fue misturando las plantas medicinales con propiedades antibióticas y antiinflamatorias con jengibre, aspirina y naproxeno. En su trabajo visita pueblos y comunidades indígenas incluso lejanas y adonde no llega físicamente lo hace a través de videoconferencias, en las que cuenta sus experiencias y da recomendaciones para cuidar la salud.
Hasta febrero de 2021 había atendido personalmente a cerca de 500 pacientes, y sigue compartiendo lo que hace. “Esto permite que las personas pongan en práctica lo que les sugiero en el video. A quienes atiendo les mido temperatura, oxigenación, frecuencia cardiaca y presión arterial”, cuenta.
En la provincia argentina de Misiones, los agentes sanitarios reciben a los indígenas de la comunidad perutí en la sala Oga tesai ha renda (casa de la salud). Además de hacer el seguimiento y atender la situación sociosanitaria, ellos son el nexo entre el sistema de salud y las comunidades. Desde marzo de 2020 se adaptaron a las nuevas circunstancias y se reúnen con la población para compartir mensajes en diferentes formatos, pósteres, gifs y videos que incluyen medidas de cuidado y prevención, signos de alarma, síntomas y procedimientos ante casos sospechosos y confirmados de covid-19. Esto como parte del Plan de Respuesta al virus desarrollado por Unicef en Argentina con la participación de la Dirección de Salud Comunitaria del Ministerio de Salud de la Nación y Salud Indígena de las provincias de Chaco, Misiones y Salta, y que puso especial cuidado en el enfoque de derechos, con respeto por la cultura y las tradiciones de cada pueblo.
Con sus experiencias comunicativas, los pueblos indígenas actúan, informan, previenen, curan, incluso arriesgándose al contagio del virus. Cada afiche, cada animación, cada dibujo, cada mensaje radial en lengua originaria va mucho más allá de prevenir y controlar el contagio. Encierra su propósito de revalorizar su cultura, sus conocimientos ancestrales, sus ecosistemas y, de paso, llena el vacío en el accionar comunicador de los Estados.