OPERACIÓN
NISSAN II:

La gran inversión que exprimió el dinero público de un estado

Para instalar su segunda planta en el estado de Aguascalientes (México), Nissan Mexicana —filial de la japonesa Nissan Motor Co. Ltd.— exigió al gobierno local condiciones especiales. Sus demandas contrastan con las políticas anti-soborno que el corporativo adoptó desde 2004 al adherirse al Pacto Global de las Naciones Unidas; pero coincidieron con los planes del recién inaugurado gobierno de Aguascalientes.


La administración del entonces gobernador Carlos Lozano, impulsó reformas legales y un millonario endeudamiento para incentivar a la industria automotriz, utilizados en parte para comprar y donar terrenos que Nissan Mexicana solicitó; más tarde, la empresa revendió esas tierras en millones de dólares. A siete años de la instalación de la planta A2 de la automotriz japonesa, que supuso una inversión de 2 mil millones de dólares, el número de empleos formales ha disminuido y los ejidatarios que vendieron sus parcelas sospechan que la armadora no pagó caminos y brechas, lo que desató un conflicto legal ante el Tribunal Agrario.

Parte 1

La presión, la estrategia y la inversión

La apertura de la segunda planta de Nissan Mexicana en Aguascalientes fue un gran acontecimiento para el estado y la administración del entonces gobernador priista Carlos Lozano de la Torre. A través de procesos discrecionales, el Gobierno Estatal cedió a las presiones de la empresa para ganar la competencia por la inversión automotriz más importante de la época en el país.

Parte 2

Reformas legales: una carrocería forjada para Nissan

Mientras el FIADE compraba terrenos para Nissan Mexicana, el Congreso de Aguascalientes, con mayoría priista, trabajaba en reformas legales, propuestas por Carlos Lozano, que dieron discrecionalidad al proceso y excluyeron a otras fuerzas políticas de la negociación más importante de la entidad.

Parte 3

Bienes públicos para fines privados: el endeudamiento

Aterrizar Nissan A2 en Aguascalientes le costó al estado mil 700 millones de pesos. El gobierno de Carlos Lozano consiguió la mayor parte mediante deuda pública, que benefició a un viejo amigo suyo y contratista de su administración.

Parte 4

La tierra prometida y un misterioso gestor

Juan Antonio Jáuregui Verdín, un comerciante vinculado con Carlos Lozano, cobró comisiones millonarias por conseguir las tierras para Nissan Mexicana en Aguascalientes. La empresa no solo se benefició de los terrenos, sino que obtuvo otros incentivos millonarios del estado y una utilidad extra de 17 millones de dólares.

Parte 5

¿Una fórmula para Latinoamérica?

Las inversiones más importantes de Nissan fuera de Japón han sido en el continente Americano, primero en Aguascalientes y luego en Brasil. Ambas comandadas por Carlos Ghosn, actualmente prófugo de la justicia japonesa.