Domicilios ficticios, prácticas clientelares y cooptación de votos para ganar o conservar el poder político, forman parte de los hallazgos de esta investigación periodística que deja en evidencia
las fallas de seguridad de los padrones en Malvinas Argentinas, y otras dos localidades
de la provincia de Córdoba, la segunda más grande de Argentina.

La pequeña localidad de Malvinas Argentinas, una ciudad dormitorio con apenas tres calles asfaltadas, evidencia una situación que se repetiría en muchos municipios de Argentina: un cambio indiscriminado de domicilios electorales que puede virar los resultados a favor del poder de turno.

La provincia de Córdoba está dividida en veintiséis departamentos, que a su vez están integrados por municipios que son los que definen los circuitos electorales. Como el departamento de Colón, que tiene a Malvinas Argentinas dentro de sus 23 localidades, entre municipios y comunas. Un análisis detallado de los padrones de 2011 y 2015 de la provincia reflejó un crecimiento del 11,37 por ciento de electores, mientras que Malvinas Argentinas registró en ese mismo período un incremento del 41 por ciento, pasando de 8.454 votantes a 11.928. Esto, según un trabajo de Open Data Córdoba, una organización de la sociedad civil local que promueve la transparencia, y la Plataforma de Periodismo de las Américas CONNECTAS, en el que también encontró irregularidades relacionadas al registro de domicilios en las localidades cordobesas de Cosquín y Bialet Massé.

Más de 400 personas que figuraban en el padrón electoral de Malvinas Argentinas para las elecciones de 2015, estaban registradas en quince direcciones inconsistentes. Por ejemplo 65 electores aparecen en la calle San Martín, sin indicar un número exacto de domicilio (S/N): claro indicador de un registro irregular.

Al contrastar los datos de los padrones del 2013 y 2015 de Malvinas Argentinas, aparecen vecinos que viven en Floresta Sud, Floresta Norte, Arenales, Chacras de la Merced o Quebrachal; y que votan en la localidad malvinense. Se trata de barrios que pertenecen a Córdoba capital y están separados por una calle o una ruta de la ciudad donde tienen domicilio electoral. Así, hubo 388 personas nuevas en los padrones usados en la última elección de intendente, realizada el 14 de junio de 2015, lo que suma un total de 788 registros irregulares. Una cifra importante si se tiene en cuenta que el oficialismo ganó las elecciones por una diferencia de 439 votos.

Además hay irregularidades en al menos 50 domicilios que al contactar por teléfono a los residentes surgieron que 29 de ellos nunca habían vivido en Malvinas Argentinas. Otro dato llamativo en el análisis de datos del padrón electoral en el 2015, es que el 40 por ciento de los electores vivía “solo”.

Por otro lado, la localidad de Cosquín tuvo una variación del 15,25 por ciento en su padrones entre 2011 y 2015 donde surgieron irregularidades en al menos 257 usos de domicilios sin número, como en la calle Beethoven S/N con 104 personas registradas, o como en 3 hogares de ancianos que registraban al menos 99 personas con direcciones allí declaradas.

Los geriátricos de calle Carranza, Salta y Mistral aparecen como lugares que concentran la mayor cantidad de votantes. Analizando los datos y las edades es posible identificar que existen personas de entre 44 y 87 años en estos hogares para ancianos. El equipo de investigación intentó contactar a los dueños del lugar por teléfono pero no tuvieron respuesta.

Una irregularidad similar surge en la localidad de Bialet Massé, que tuvo un crecimiento del padrón del 28,06 por ciento en 2015, donde aparecen al menos 396 personas registradas en 15 domicilios sin número, como Calle Pública S/N con 35 registros.

Otro dato que surgió de la investigación refiere a 139 personas que votaron en Bialet Massé en el 2011: cambiaron su domicilio a Cosquín durante las PASO (Primarias Simultáneas Obligatorias) de 2015. Lo mismo sucedió en Bialet Massé: 94 personas que votaron en 2011 en Cosquín pasaron al padrón de Bialet Massé en 2015.

También hubo un crecimiento desmedido del padrón en la localidad de Mendiolaza, que, al igual que Malvinas Argentinas, pertenece al departamento Colón. Hubo un aumento del 81,10 por ciento entre 2011 y 2015, muy superior a la media que registró la provincia.

En todos los casos, los registros irregulares de domicilios son una constante. Calles sin número, cantidad de personas por domicilios o lugares donde la capacidad habitacional no es la adecuada. Un situación de la que no están exentas las ciudades grandes. Según la jueza María Servini de Cubría, expositora de la Comisión de Reforma Electoral en el Congreso, hay millones de errores en el padrón de Buenos Aires. “Con las idas y vueltas, los cambios de domicilio que se producen nunca se vieron reflejados”.

El DNI argentino funciona como una navaja suiza. Sirve para acreditar la identidad o el estado civil, para autorizar la donación de órganos, para asentar el domicilio, y también para votar.

Los usos del domicilio configuran la primera falla en el armado de los padrones electorales. En Argentina, las elecciones están regidas por el derecho público: lo que está en juego es la autoridad del Estado. El domicilio de las personas -regido por el derecho privado- determina el lugar de votación.

Los padrones electorales están basados en la información que brindan las oficinas del registro civil, con dependencias municipales y provinciales, al RENAPER (Registro Nacional de las Personas) a partir de la simple declaración de domicilio e identidad de quienes están habilitados para votar. El RENAPER le entrega la información a la Cámara Nacional Electoral, quien arma los padrones que luego envía a las secretarías electorales de cada distrito y que son usados el día de la votación. ¿Cuál es el requisito para fijar el domicilio?: la libertad.

“Es necesario que quien vota conozca el lugar para saber qué es lo que le conviene a ese grupo social. El domicilio electoral no es un domicilio individual solamente porque tiene relevancia colectiva con efectos institucionales: el lugar donde está fijado condiciona a todo un grupo social y el resultado determina a sus instituciones, explica José Pérez Corti, abogado especialista en derecho constitucional que integra la Relatoría Electoral y de Competencia Originaria del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba.

El 2015, el último año en que el pueblo eligió intendente, fue la primera incursión en las elecciones de una nueva fuerza política, cuando siempre se disputaba el poder entre radicales y peronistas. El grupo Malvinas Despierta entró a la escena política, el movimiento de los asambleístas que impidió la instalación de la planta de semillas transgénicas Monsanto, y que se posicionó como la segunda fuerza electoral.

En la casa donde Alberto tiene registrado el domicilio suena el teléfono. “Equivocado”. Así responde la mujer que atiende la llamada. Alberto no vive ahí. El número telefónico registrado a su nombre suena en la casa donde vive hace 30 años en la ciudad de Córdoba: dice que en Belgrano 200 de Malvinas Argentinas tiene su local comercial aunque por fuera la casa de ladrillos vistos aparenta ser una casa de familia.

- ¿Usted tiene domicilio en Malvinas Argentinas pero vive en Córdoba?
- Sí, en Malvinas Argentinas tengo mi negocio.
- ¿Y no quiere hacer el cambio de domicilio para comenzar a votar en la ciudad donde vive?
- No, todas las elecciones voto allá.

Cien domicilios que aparecen en los padrones electorales de 2015 mostraron irregularidades como la de Alberto, con respecto al lugar de residencia de los electores. Pero en Argentina no se penalizan las inconsistencias en los cambios de domicilios, así sean ficticios.

Beatriz vive en Quebrachal, una zona rural a 5 km de la ciudad de Malvinas Argentinas donde ella tiene asentado su domicilio. “A mí en la Municipalidad me dieron un litro de aceite, un paquete de polenta y cien pesos. Para dármelo me pusieron el domicilio de la Iglesia Cita con la Vida y me dijeron que debía ir al día siguiente a realizar el cambio, pero no fui. Mi hermana en su documento declara que vive en Belgrano S/N que es un domicilio que se usa para anotar personas”, cuenta Beatriz. Tiene el domicilio en Malvinas para poder hacer uso de los servicios que brindan pero vive en Quebrachal hace 33 años.

La puerta de la casa de Ana es una tabla de madera. Vive en Floresta Sud y tiene domicilio electoral en Malvinas Argentinas. “La Municipalidad me dio la posibilidad de comprar este terrenito. Después, al trámite por la documentación me lo hicieron ellos, la gente del Registro Civil. Y la documentación me sirve también para atender a mi hijo en Malvinas Argentinas”, cuenta Ana. Vive a seis cuadras del Centro de Salud Evita que está sobre la ruta, pertenece a la ciudad de Malvinas, y atiende las veinticuatro horas pero sólo a quienes tienen domicilio malvinense.

La vivienda está asentada sobre terrenos fiscales, justo por donde pasa un caño de gas que suministra a Montecristo, una ciudad a 13 km. Son tierras del estado al borde de la ruta y de las vías del tren, que están dentro de la ciudad de Córdoba capital pero igual anotaron su domicilio en Malvinas Argentinas. En el 2015 Ana votó por el partido político dominante del momento: Unión Cívica Radical.

La intendencia hoy está a cargo de Silvina González, sobrina de Daniel Arzani, el líder histórico de este partido, y ella, la exsecretaria de Desarrollo Social de las administraciones anteriores. La Secretaría de Gobierno está ocupada por Nicolás Arzani, hijo del ex intendente. Daniel Arzani ahora es Secretario General de la Municipalidad de Córdoba capital. Todos responden al mismo movimiento político.

Silvina González reconoce que el padrón de Malvinas Argentinas creció de golpe. “Creo que mucha gente estaba esperando la consulta popular por la instalación de Monsanto e hizo el cambio de domicilio para poder participar. Otro tema para hacer el cambio es para tener las licencias de conducir: mucha gente lo hace por cuestiones de tiempos, llega más rápido", dice la intendenta.

Se identificaron tres motivaciones recurrentes para hacer el cambio de domicilio en Malvinas Argentinas, para sacar el carnet de conducir (los turnos son más rápidos, hay menos gente y menos autos también, los requisitos son simples: tener domicilio en Malvinas Argentinas), para poder acceder al sistema de salud público que hay en la ciudad o para recibir asistencia de la municipalidad ante la ausencia del Estado de la Ciudad de Córdoba capital y de la Provincia. Aunque el ex Intendente Daniel Arzani niega que desde el municipio se haya ofrecido ayudas económicas para promover el cambio de domicilio electoral, ni que haya impedimento para que las personas que no pertenezcan a la localidad se atiendan en el Centro de Salud Evita. “Nosotros no podemos estar identificando a cada persona, ¿vamos a ir a la casas a verificar si viven allí?, se preguntó. (ver Entrevista a Daniel Arzani)

Aunque dos testigos y una declaración jurada en sede policial son suficientes para tener domicilio en Malvinas Argentinas. La puerta de entrada al registro civil de Malvinas Argentinas está dentro de la Municipalidad.


Pérez Corti explica que “cada registro civil debería contar con un oficial, es decir, una persona con la calidad y la responsabilidad necesaria investida por el RENAPER para cumplir la función de oficial de oficial del registro, para certificar los datos que recepta y la información que es remitida al Registro Nacional”.

El registro Civil de Malvinas Argentinas funciona en el mismo municipio. En ese marco, los candidatos opositores de la última elección coinciden en que se produjo un crecimiento anormal del padrón que dio lugar a prácticas irregulares el día de la votación. Silvia Vaca, quien fue candidata por el partido político Patria Grande, cuenta: “Siempre se aprovechan de la vulnerabilidad, de los que están alrededor de Malvinas y necesitan un centro de salud 24 horas, son los que necesitan la asistencia de la municipalidad. Los cambios de domicilio son la clave”. Explica que el día de la votación hubo desorientación. “Encontramos gente que no era del lugar, y te dabas cuenta porque preguntaban dónde quedaban las escuelas”. Santiago Fernández, concejal de Malvinas Despierta, coincide con Vaca.

El día de la última elección de intendente hubo mucho trabajo para los transportistas. Durante el 2015, Javier trabajaba en una de las tres cooperativas de transporte de la ciudad. Cobraba el 35 por ciento del total de la recaudación diaria pero aquel 14 de junio hizo viajes que no cobró: emitía tickets que al finalizar el día los entregaba a su empleador. Javier cuenta que después de las elecciones su empleador canjeó el valor tickets por el monto equivalente a los impuestos que le correspondía pagar por brindar servicio público de transporte.

Después de las elecciones, hubo un desequilibrio financiero. “La municipalidad quedó endeudada los dos meses siguientes a las elecciones: no pudieron pagar a término los sueldos”, cuenta Silvia Vaca. Según fuentes consultadas, en la primera sesión extraordinaria apenas asumen las nuevas autoridades después de la elección, en el Concejo Deliberante hubo que pedir un adelanto de Coparticipación Provincial para pagar salarios a los empleados municipales.

“Los fondos se aplicarían con afectación específica para cubrir el desequilibrio financiero que atraviesa el municipio para abonar los haberes correspondientes a diciembre de 2015 y el saldo adeudado de los haberes correspondientes al mes de noviembre del mismo año”, dice el Proyecto de Ordenanza. Aunque la intendenta electa ese año, Silvina González, asegura que no tuvo problemas con los salarios cuando asumió el cargo.

En el 2013, con 9.851 electores y tres escuelas había 32 mesas de votación habilitadas para las elecciones legislativas. En el 2015, con 11.928 electores para elegir intendente sólo hubo 24 mesas habilitadas. Para Hugo Mazzalay, candidato por Malvinas Despierta, agregar más cantidad de electores por mesas fue una maniobra del entonces intendente Daniela Arzani para lograr que las personas no fueran a votar. Según un cálculo estimativo, si hubiesen ido todos los electores empadronados, habrían tenido un minuto y medio para sufragar.

El domingo 14 de junio de 2015 los vecinos de Malvinas Argentinas fueron a votar. De los 11.928 electores habilitados para emitir el sufragio sólo acudieron 6.789, un 57 por ciento del total del padrón. Hubo siete listas y los resultados fueron: Frente Para la Victoria, 121 votos; Vecinalismo Independiente, 178; PRO, 344; Patria Grande, 379; Unión por Córdoba, 726; Malvinas Despiertas, 2.301 y la UCR 2.740 votos, convirtiéndose en la fuerza ganadora de la elección. Y si bien González ganó la intendencia, Malvinas despierta se quedó con tres de los sietes concejales y está a cargo del Tribunal de Cuentas.

Cómo se hizo la Investigación

Fue un trabajo colaborativo entre pediodistas de datos y programadores durante 6 meses.