II. Burocracia que niega asilo
En principio, ser deportadas a su país de origen puede exponerlas a su muerte. Sin embargo, adquirir el estatus de refugio es una probabilidad azarosa para las solicitantes.
En la habitación de Iván hay un par de zapatos, una camisa y un bolso que lo han acompañado en su viaje.Estuvo en Tenosique casi tres meses.
Él esperaba recibir el estatus de refugiado, pensó que su caso cumplía con una de las principales condiciones para acceder al refugio: su vida está en peligro. En una carpeta guarda fotocopias de notas periodísticas que son la prueba de porque migró de San Pedro Sula, Honduras. Las formas en que mataron a sus familiares aparecen en los titulares de varias noticias. “A mí lo que me orilló a salir de ahí fue la muerte de mi hermano, la muerte de mi papá y la discriminación hacia mí siendo gay a pesar de que siempre he vivido oculto. Allá no puedo decir: Soy gay”, reconoce Iván.
Primero, él llegó a La 72 donde recibió asilo y apoyo para su trámite, después recibió dinero por la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) que desde el 2016 arrancó un Programa de Atención a migrantes que incluye la entrega de dinero para el pago de renta y alimentación.
“No tengo trabajo, estoy siendo ayudado por ACNUR con 700 pesos mexicanos que equivalen a unos 37 dólares para el alquiler y 600 pesos mexicanos que equivalen a 32 dólares para la comida.La situación es muy difícil, no tenemos un trabajo para que podamos mantenernos o ayudarnos”, describe Iván.
Como él otras personas en La 72 reciben este recurso. Para Iván ese dinero, aunque poco, le ayudó al principio, después reconoce que más que el recurso económico él quería protección.
-¿Por qué hacen esto?, preguntaba desesperado Iván.
-”Por exceso de trabajo”, le respondieron desde la COMAR.
Después de esa llamada se preguntó: “¿Qué importancia le están dando a mi caso?” Al darse cuenta que ninguna, lo decidió rápidamente, tomó sus pocas pertenencias y se dirigió a Ciudad de México.
En la ciudad fronteriza de Tenosique cada vez es más común que sus habitantes rentan espacios que los migrantes pagan con el dinero de ACNUR. Algunos lugares son vecindades o cuartos hacinados.
En el cuarto que renta Iván, él abre la ventana como intentando jalar aire, no está encerrado pero se siente atrapado.
“La situación me está desesperando, ver que la COMAR no le ponga un poco de importancia a mi situación me desespera, me he aventado más de 3 meses estando aquí”, lamenta que él ya lleva varios meses solicitando el refugio sin que reciba el apoyo del gobierno mexicano. Iván, de 28 años, está agotado ante la nula respuesta de COMAR, aunque recibe el dinero de ACNUR ese apoyo no resuelve su necesidad de estar legalmente en México.
Se cansó de esperar, por eso el 28 de enero él junto con Eléctrica viajó rumbo a la Ciudad de México. Eléctrica es una mujer transexual, que a pesar de que fue apuñalada en Tenosique y solicitó refugio en México, las autoridades se lo negaron. Tanto Eléctrica e Iván decidieron reiniciar su trámite en la Ciudad de México donde recibieron protección complementaria.
Las personas migrantes se enfrentan a la tardanza en los trámites y la negación del refugio en México. En el caso de las personas trans migrantes su situación se agrava porque han sufrido ataques de odio en sus países de origen.
“Sabemos que muchas personas a las que les han negado el refugio tienen un riesgo inminente, si regresan a su país le va a ser vulnerado el derecho a la vida”, advierte la abogada de la casa para migrantes La 72, Diana Muñoz.
La población LGBTTTI está ante la misma situación de desprotección, remarcó Fray Tomás, fundador de La 72, “hay una negación sistemática. No hay un análisis profundo de las causas que presenta la gente, aún cuando presente pruebas no hay un análisis”.
Desde La 72 solicitaron a la COMAR crear un procedimiento específico para la comunidad LGBTTTI así como a los menores de edad. “A mí se me hace completamente injusto que sea analizado su caso de manera general. No puede ser un mismo procedimiento para la comunidad LGBTTTI”, puntualizó la abogada Diana Muñoz.
“México debería brindar protección internacional a cualquier persona que se declare que está huyendo de su país por temor a perder su vida. México al negarle el refugio aumenta mucho más su vulnerabilidad”, advirtió Fray Tomás González Castillo.
Para los activistas nada es casual. Esos obstáculos en el trámite se convierten en un muro, así es como lo ven en La 72. “Nosotros pensamos que esto es un arma más del gobierno mexicano para inhibir la migración forzada, la gente por un lado está siendo forzada a salir de sus países y se encuentran con este muro que es México”, añadió González Castillo.
El director de La 72, Ramón Márquez, recordó que entre el 2013 y 2014 empezaron a llegar las primeras mujeres trans al hogar para migrantes en Tabasco. Ellas solicitaron el refugio ante la COMAR y fueron reconocidas.
Lo anterior, generó un “efecto “llamada”, explicó el director de La 72, porque “empezaron a llegar más personas y a partir de ahí observamos que la COMAR cambió su dinámica. No empezó a considerar tanto el tema de género o la violencia de género como un elemento para reconocer el estatus de refugiado en México”.
Los desmayos, el llanto y la crisis son parte de las situaciones que el personal del hogar enfrenta cada vez que los refugios son rechazados, son los efectos de las resoluciones “firmadas detrás del escritorio”, criticó la abogada Diana.
“La ley contempla que son 45 días hábiles más 10 días que tiene la autoridad para notificar al solicitante sobre la determinación si la persona fue reconocida como refugiada o no”, explicó la abogada de La 72, Diana Muñoz.
En el tiempo que COMAR analiza su solicitud las personas migrantes tiene que ir cada semana a la delegación del Instituto Nacional de Migración (INM) donde acreditan con una firma que continúan en el proceso para solicitar el refugio. Si la persona deja de firmar en dos ocasiones consecutivas, la autoridad da por terminado su trámite.
La abogada Diana Muñoz es paciente en explicarles el proceso, en capacitarlos para la entrevista ante la COMAR. Las personas viven a la espera de recibir el estatus de refugiado en México, sin embargo, no siempre ocurre.
Por ejemplo, a inicios de este 2017 la COMAR retrasó las notificaciones sobre las resoluciones de los casos. Esto, lamentó la abogada, afecta a las personas migrantes en general, no sólo a las que integran la comunidad LGBTTTI (Lésbico, Gay, Bisexual, Travesti, Transexual, Transgénero e Intersexual, término usado en México para referirse a la diversidad)
--Consulte glosario de conceptos básicos de personas LGBTI elaborado por la CIDH--
“Yo les he dicho a los mismos solicitantes que ellos llamen por teléfono a la COMAR para que pregunten, ya que es uno de los derechos que tienen y a muchos cuando llaman para saber el por qué no han sido entrevistados o el por qué no han recibido la resolución la respuesta es: “te vamos a duplicar el término”, criticó Muñoz.
Lo anterior, significa que muchas de las personas después de esperar hasta tres meses sin tener respuesta abandonan el trámite de refugio y ante la desesperación, emprenden el viaje hacia Estados Unidos.
Para acceder al refugio en México las personas migrantes deben iniciar un proceso ante la COMAR. Como primer paso, deben llenar un cuestionario que divide a los solicitantes entre hombres, mujeres y “otros”.
El migrante deberá presentar una solicitud de refugio a través de un cuestionario. La abogada explica que “la autoridad lo que va a analizar es la credibilidad de la persona sobre los hechos que está manifestando para solicitar la condición de refugiado o protección complementaria”.
Después de esto, la COMAR divide entre “temor objetivo” y “temor subjetivo”. Sin embargo, aún cuando la persona demostró que su vida corre riesgo y debe ser considerado refugiado, se le niega el estatus.
“Es totalmente incongruente porque si la persona está diciendo ‘temo por mi vida’.La autoridad le dice: se acreditó la credibilidad pero te niego el refugio ¿entonces, dónde está la congruencia con lo que la autoridad misma está diciendo?”, cuestionó la litigante del área de derechos humanos de La 72.
A los primeros solicitantes, la COMAR les respondía que no se acreditaba la “credibilidad” de su caso. Ante esto, los abogados de La 72 interpusieron un recurso de revisión. Lo que terminó ocurriendo fue que la COMAR en automático responde que sí acreditó el riesgo, pero finalmente les niegan el refugio.
Aunque cada caso es diferente, los defensores de derechos humanos denunciaron que es común que la COMAR niegue el refugio sin hacer un estudio minucioso. Incluso, se han dado casos donde se copian y pegan la respuestas en las que niegan el refugio a otras personas, como lo confirmó la abogada Diana Muñoz:
“Hemos tenido resoluciones en las que es clarísimo que nada más copiaron y pegaron porque incluso dejaron el nombre de la otra persona. ¿Uno dice a quién le estás resolviendo? Le estás dando la resolución a esta persona, pero no es el apellido de la persona. Les cambian el nombre. ¡Son autoridades y estos errores! Es bastante alarmante la falta de concientización, la falta de sensibilidad de la autoridad”.
Incluso, la COMAR ha realizado vía telefónica las entrevistas a migrantes trans, una realidad que a partir de testimonios de solicitantes de asilo en México es de conocimiento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
“Lo que hemos identificado es que la COMAR no está interpretando correctamente la protección que se debe dar a las personas con identidad de género diversa, que podría estar con peligro en sus países de origen y de por sí, de entrada, no le está dando la entrevista adecuadamente”, observó Mariel Ortega, abogada de la Relatoría sobre los Derechos de las Personas LGBTI de la CIDH en Washington D.C
Para esta investigación, a través de correo electrónico se solicitó entrevista a la oficina de comunicación social de la Secretaría de Gobernación, dependencia a la que está adscrita la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados sin tener respuesta hasta el momento.
Datos de enero hasta septiembre de 2016
(No hay un dato final porque las solicitudes ingresadas en noviembre y diciembre 2016 aún no han sido resueltas. Fuente: La 72)
752
solicitudes de refugio de toda la población migrante de La 72
22.3%
fueron aceptadas
Entrevistado vía telefónica, Javier Orejarena, jefe de la oficina de ACNUR en Tapachula, confirma que el alto comisionado no conoce una cifra de cuántas personas solicitan refugio ante la COMAR. Sin embargo, en su zona de cobertura de Chiapas, estima que alrededor de 15 personas LGBTTTI llegan cada mes a Tapachula a través de la frontera con Guatemala.
“COMAR ha tenido la capacidad de identificar en sus países de origen, teniendo en cuenta la información de ACNUR u otras organizaciones de sociedad civil, que hay una situación específica de persecución en sus países del Triángulo Norte, en especial de El Salvador, y ha tomado la decisión de dar la protección y dar el estatuto legal de refugiados a estas personas”.
Orejarena explica que la intervención de ACNUR es a través de promover la existencia de espacios adecuados en los albergues para la población LGBTTTI y brindar ayuda humanitaria a través de dinero.
El dinero entregado a algunas personas migrantes, informó el diplomático, “les permite a ellas (personas trans) tomar la decisión sobre en qué invertir su ayuda humanitaria. Por ejemplo, si donamos ropa, siempre vamos a tener un problema logístico frente a la elección de las tallas y los números de los zapatos. Se apoya a los mercados locales que siempre son quienes terminan vendiendo las cosas que ellos acaban comprando”.
Al cuestionarle si la entrega del dinero no pone en riesgo de robos a la comunidad migrante, el funcionario de ACNUR aseguró que “casi en su totalidad, las personas a quienes damos dinero son personas mayores de edad quienes ya tienen conciencia y capacidad de manejo del dinero. Aunque no es una región completamente segura, tiene mucho menos índice de criminalidad que los países de origen. Esto no quiere decir que algunos de los refugiados no haya sido víctima de robo o peor, extorsión”.
El funcionario aseguró que ACNUR colabora con la COMAR con capacitaciones y a través del programa “Asilo de calidad”, con el fin de mejorar el sistema para apoyar a quienes solicitan refugio.
Aunque la Comisión Nacional de Derechos Humanos ha reconocido que los migrantes en México sufren secuestros, extorsiones y su vida peligra, para la ACNUR el país sigue una opción viable.
“Para nadie es un secreto los esfuerzos del Estado mexicano en mejorar su economía, su seguridad y esto ha tenido un impacto en que la población ve a México como un país de llegada, un país solidario frente a sus situaciones de persecución”, aseguró Orejarena.
Los abogados que están en contacto con los migrantes denuncian que la COMAR retrasa los procesos, no atienden los casos de forma individual y hasta da resoluciones sin conocer personalmente al solicitante. Cuestionado sobre el proceso para acceder al refugio, el funcionario de la ACNUR avaló el trabajo de las autoridades mexicanas:
“Comparado a hace unos años, ahora es un proceso más reflexivo, más analítico, incluyendo más los criterios de exilio internacional y reconociendo las realidades de los países de origen de las personas que están llegando de Nicaragua, Honduras. Pero aunque ha mejorado, tiene retos en temas a mejorar, por ejemplo, los tiempos de espera, un programa de ayuda humanitaria más fuerte. Tenemos expectativas que los tiempos de espera se vayan a reducir en un futuro corto. COMAR ha intentado cambiar su sistema de entrevistas telefónicas por entrevistas personales”.
ACNUR continúa entregando apoyos económicos a algunas de las personas migrantes, incluidas las de la comunidad LGBTTTI, COMAR deja en espera a los solicitantes de refugio es así que algunas mujeres trans esperan que su solicitud concluya a favor y otras más migran sin recibir el asilo de México.