El precio de las FARC en Panamá

Mientras que Colombia dialoga para un proceso de paz, Panamá ofrece cuantiosas recompensas por los principales cabecillas de las FARC

Autoridades panameñas en la frontera con Colombia. Foto: Carlos Lemos
Autoridades panameñas en la frontera con Colombia. Foto: Carlos Lemos

El accionar de las FARC en Panamá no tiene la misma fuerza que hace cuatro años, aunque no ha cesado su incursión para el narcotráfico; esta misma guerrilla no se esconde del todo en suelo panameño.

Las autoridades fronterizas siguen cazando a su presa, a los líderes del Frente 57 de las FARC y sus columnas móviles en las zonas pacífica, central y atlántica.

Las principales cabezas de las FARC tienen precio en Panamá desde hace tres años. La cifra de recompensas por 13 jefes del Frente 57 del grupo insurgente superaba el millón de dólares.

El Servicio Nacional de Fronteras (SENAFRONT) sostiene que han recuperado el 26% del territorio que fue controlado otrora por la guerrilla, que superaba los más de 410 insurgentes en la frontera colombo-panameña. En el año 2014, unidades de esa misma guerrilla en Panamá no se esconden, utilizan el país para sus acciones económicas, de narcotráfico y tiene aún gente de sus filas en la ciudad capital.

Recompensas

¿Por qué hoy, los jefes del Frente 57 de las FARC tienen precio, mientras se desenvuelve un proceso de paz en La Habana, Cuba, con el gobierno colombiano?

Al respecto hay opiniones encontradas que sustentan esa búsqueda de los jefes guerrilleros, como también los que deploran una militarización en la zona panameña de sus unidades de seguridad y de inmiscuirnos en un conflicto ajeno.

Con las muertes de alias “Silver”, por el cual se ofrecieron 300 mil dólares, y de otros insurgentes; y con la entrega de alias “Nando”, por el cual se estaba dando 70 mil dólares a cambio de su entrega, la cifra ha variado y supera el medio millón de dólares.

Quedan vigentes y en la palestra recompensas por información que dé con el paradero de su comandante principal, Gilberto de Jesús Torres, alias “Becerro” ($120,000); a

* Alias “Nader” ($70,000 mil)
* Alias “Malicia” ($120,000)
* “El Pana” ($100,000)
* Pinocho ($70,000)
* Mauricio Jaramillo ($70,000)
* Repollo ($70,000)
* Iván ($700)
* Trujillo ($200,000)

Esas cifras fueron confirmadas por el SENAFRONT.

El fondo para pagar por la entrega de los jefes del frente 57 de las FARC proviene de Estados Unidos, confirmó una alta fuente de seguridad panameña.

Panamá vigila a las FARC

Las acciones de las FARC son vigiladas sigilosamente por unidades especializadas del SENAFRONT, quienes están a la caza de la guerrilla en la selva darienita y en la zona caribe indígena de Guna Yala.

Su más reciente hallazgo a inicios de 2014, fue la de un caleto de municiones de ametralladoras PKM, TNT ruso, pólvora, polvo de aluminio, detonadores, un rancho o campamento ubicado en Río Mono, cerca a Matugantí, en Darién, cacerío del Alto Tuira, zona que estuvo bajo una fuerte influencia de la guerrilla colombiana.

El fiscal Primero de Drogas, Javier Caraballo, confirmó que las detenciones de colombianos en la frontera colombo-panameña tiene su accionar en áreas de influencias de las FARC.

Caraballo explícitamente confirmó que esa gente se traslada a pie y que al ser capturados son tratados como narcotraficantes.

El código del silencio no ha permitido conocer más allá de cuál es el accionar y modo de operar para la incursión de hombres armados que transportan droga por esta zona panameña.

Un total de 14 personas han sido detenidas por situaciones ilícitas en la frontera darienita.

Una fuente especializada en las acciones de seguridad fronterizas señalaron que las áreas de influencia del Frente 57 de las FARC, con la cual se pelean el territorio panameño con los Urabeños-desmovilizados paramilitares-son precisamente las áreas fronterizas de Alto Limón, en Paya y Payita, en Darién; en la zona Pacífica Río Jaqué, el río Pabarandó, y en la cabecera central de Darién, los ríos Balsa y Tuira; los poblados de Matugantí y Sobiaquirú; al Norte de esa región, el río Tuquesa, y subiendo al atlántico las zonas de El Muro y La Bonga, La Miel en Guna Yala. Corredores en disputa para el narcotráfico.

Actualmente la situación radica en que el SENAFRONT no puede dudar en que alguien entregue a los líderes más buscados del Frente 57.

La fuente señaló: “Ahora es cuando hay que buscarlos, y abrumarlos, ya no se pueden esconder”.

Ábrego: “Farcrim” y “cartel”

Quien ha incrementado su acción de fuerza en la frontera es el director del Servicio Nacional de Fronteras, Frank Ábrego, con un presupuesto de $74 millones para 3,800 hombres y mujeres panameños que defienden las franjas limítrofes de Costa Rica y Colombia. Mantiene un comando y fuerzas especiales fronterizas actualizadas que cuentan con autos- jeep de guerra, lanzadores de granadas, equipo fluvial, armamento de guerra, visores nocturnos y térmicos para contrarrestar a los grupos subversivos.

El proceso de paz, Ábrego lo ve con lupa. Supone que si se logra una desmovilización de las FARC, van a terminar en algo parecido en “Farcrim”, como los denominó.

“El proceso de paz no tiene mayor injerencia en la parte política de las FARC, es un cartel de la droga, y persistirán en el narcotráfico”, argumentó Ábrego.

Sustentó que el equipamiento de sus tropas en la frontera colombo-panameña es para una labor preventiva en contra del flagelo de las drogas. Aseguró que se ha recuperarado el 26% del territorio panameño que estaba en manos del Frente 57, mientras las operaciones regulares en los últimos años han dado con las capturas de más de 242 colombianos y 90 panameños, vinculados con grupos subversivos y organizaciones criminales.

“Nosotros no tenemos un conflicto interno con la guerrilla; para nosotros siempre han sido traficantes de droga”, referencia Ábrego a las FARC, que tiene entre sus filas a un nacional: José Luis Valencia Mosquera, alias “El Pana”.

El jefe del SENAFRONT se refiere como un panameño que le quedará el hecho de haber nacido en Yaviza, Darién, solamente. “Ni me alegra, ni me entristece. Un panameño, entre comillas, que ha vivido más en la guerrilla… al final es un delincuente internacional que ya está reseñado”.

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Este reportaje fue realizado por Grisel Bethancourt del Diario Crítica en el marco de la Iniciativa para el Periodismo de Investigación en las Américas del International Center for Journalists (ICFJ) en alianza con CONNECTAS.

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