Migrar a Chile desde Haití, esa isla dividida del Caribe, pareciera imposible en el imaginario colectivo. Sin embargo, esa es la historia que cuentan el equipo de periodistas conformado por Cristian y Michelle Carrere y Paulina Aldana con el apoyo de Friedrich Ebert Stiftung en una historia que cuenta el camino de las familias que viajan desde la frontera con República Dominicana a un país lejano que no les ofrece garantías migratorias.
Los periodistas visitaron las casas del barrio Palmiste Bas, de Tomassique en las que al menos un habitante del hogar ha migrado hacia Chile. “Para hacerlo, han adquirido créditos con prestamistas, dejando hipotecada la casa familiar, un terreno y en algunos casos ambas cosas” cita la historia, en la que además cuentan que necesitan al menos dos mil dólares para poder emprender el viaje.
Este es un especial de Cristian Carrere, Michelle Carrere y Paulina Aldana publicado en CONNECTAS bajo un acuerdo de redifusión de contenidos
El pago de las deudas adquiridas en Haití está sujeto únicamente a la posibilidad de que las personas encuentren trabajo en Chile. Sin embargo, esto muchas veces no sucede debido a que el organismo del Estado chileno, encargado de gestionar las visas, “actúa de manera arbitraria” dice el reportaje. Solicita, para la tramitación de permisos de trabajo, un contrato indefinido aún cuando la norma establece que basta con una oferta laboral. Considerando que en Chile obtener, en una primera instancia, un contrato de trabajo indefinido es prácticamente imposible, miles de inmigrantes quedan al margen del mercado laboral y sus familias en la quiebra.
Para contrarrestar las dificultades al acceso de los permisos laborales, se han creado soluciones –algunas ilícitas como contratos simulados o falsos– a las que la población extranjera accede. El reportaje cita a un abogado del Instituto Nacional de Derechos Humanos, que señala: “La autoridad migratoria no tiene la facultad de declarar la falsedad de nada, porque es una autoridad administrativa y el concepto de falsificación es algo jurisdiccional y por ende depende de los tribunales de justicia”. Según cifras oficiales, habría en este momento 15 mil contratos detenidos por ser considerados sospechosos.
Las vicisitudes por las que pasan los inmigrantes y la exigencia legal injustificada para la tramitación de visas y permisos de trabajo dificulta considerablemente el acceso al mercado laboral de los inmigrantes en Chile. Incide también la desinformación entre los empleadores, quienes solicitan documentos que los postulantes no pueden entregar. El reportaje concluye en una posible solución: “Realizar cambios en estos dos aspectos permitiría romper con el círculo vicioso en que se encuentran los inmigrantes. Ello permitiría que, al menos, su inserción laboral se lleve a cabo de la manera en que teóricamente está normada”.
Este es un especial de Cristian Carrere, Michelle Carrere y Paulina Aldana publicado en CONNECTAS bajo un acuerdo de redifusión de contenidos
