La conexión latinoamericana

En las últimas décadas, la presión internacional sobre la recuperación de arte robado por los nazis ha sido de tal magnitud que se ha llegado a importantes acuerdos internacionales.

En uno de ellos, contenido en los llamados Principios de Washington, 44 países se comprometieron a crear un registro único de obras de arte robadas por los alemanes antes y durante la Segunda Guerra, y definieron como meta realizar la búsqueda de las mismas en museos, galerías y colecciones privadas de todo el mundo para luego hallar una solución justa, en la que sean devueltas a sus legítimos propietarios o a sus herederos o, al menos, se reconozca el hecho y así se haga una especie de restitución moral y simbólica. Argentina, Brasil y Uruguay son los únicos tres países de América Latina que en 1998 firmaron los Principios de Washington sobre Arte Confiscado por los Nazis.

 

http://www.state.gov/p/eur/rt/hlcst/122038.htm

 

Los Principios fueron el final de una década de intensa presión de la sociedad en general y de la comunidad judía en particular, para conocer la verdad sobre el expolio producido medio siglo antes. Fue en los años 90, de hecho, cuando se empezaron a revelar los alcances de la política sistemática de robo, pero también la forma en que varios gobiernos, directivos de museos, dueños de galerías y comerciantes de arte se venían oponiendo a investigar sobre el tema y a restituir de manera efectiva los bienes y obras de arte a sus dueños.

Los Principios fueron el final de una década de intensa presión  de la sociedad en general y de la comunidad judía en particular, para conocer la verdad sobre el expolio producido medio siglo antes.

Tras la firma de los Principios, por ejemplo, el Parlamento de Austria aprobó una ley que obligaba a los museos la apertura de todos sus archivos y la devolución de las obras que se comprobara habían sido robadas por los nazis. Pero como en la película “La dama de oro”, estrenada en 2015, la mayoría de los museos han hecho caso omiso tanto de los acuerdos de Washington como de las leyes creadas a partir de esa conferencia.

 

Sucede que los Principios no son vinculantes. Por eso, en una reunión de seguimiento que se realizó en 2009 en Praga (República Checa), se hizo una nueva declaración, ahora con 46 Estados firmantes (incluidos los mismos tres de América Latina: Argentina, Brasil y Uruguay), en la que todos aceptaron reformar sus sistemas legales internos para adaptarlos a los Principios. Hoy, sin embargo, la mayoría sigue sin cumplir con su palabra.

http://www.state.gov/p/eur/rls/or/126162.htm

 

En 2013, la revista alemana Der Spiegel denunció que el Gobierno de su país no ha sido transparente a la hora de informar sobre los hallazgos de obras de arte robadas por los nazis. Además, el periódico reveló cómo el Gobierno alemán les puso numerosas trabas a los procesos de restitución durante varias décadas, a veces incluso en colaboración con grandes museos.

 

Hay países, de hecho, en los que sólo se obliga a devolver lo robado a los museos públicos, no a los privados, o en los que si una persona alega que lleva más de 30 años con una obra robada, pero no sabía de su verdadero origen, la propiedad de su anterior dueño prescribe.

 

En América Latina no hay antecedentes conocidos de la aplicación de estos Principios. Su aplicación podría ser un punto de partida para que estas, las últimas prisioneras de los nazis, empiecen por fin a recobrar su libertad.