Evo se queda solo y sin mar

Rumbo a la tercera reelección va quedándose sin soporte político y sin su principal promesa de salida al mar para Bolivia.

Foto tomada de Flickr Sebastian Baryli

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En cada uno sus discursos y en sus eventos públicos, el presidente Evo Morales tomó como estandarte de soberanía su promesa de regresar a Bolivia su acceso al mar, pero todo se desvaneció con un fallo que no favoreció a su país. Los meses previos a esta resolución, Evo usó este tema con la misma fuerza que promovió los colores de la bandera Aymara. La promesa de darle una salida al mar a Bolivia resultó casi una consigna durante el  mandato de Evo, pero que se desvaneció con la resolución de la Corte Internacional de La Haya. Los expertos advertían que al reclamo de Evo, por más que podía escucharse como una idea legítima en los discursos, le faltaba sustento para poder soportar tal petición.

https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-43459908

Aún cuando el fallo no le favoreció, el Presidente de Bolivia recurre a la misma petición y pide a Chile reanudar los diálogos para retomar la salida al mar. Uno de sus argumentos es que Chile viola tratados internacionales al impedirle el derecho al tránsito comercial. Otra vez, busca el capital político que esto representa, regresa al mismo punto que varios le han criticado, la demagogia de una petición que no es tan sencilla como lo plantea y que solo la aprovecha para tener ganancia política.

Que ahora Evo Morales busque dialogar con Chile cuando antes se resistía parece más un acto desesperado por continuar con el mismo tema del Mar en su  agenda política. Nada que ver con el Evo que sonreía en las imágenes con el bloque de presidentes de izquierda como Cristina Kirchner , Rafael Correa y Lula Da Silva. Él pide reanudar el diálogo sobre ese tema mientras que en las calles de La Paz las protestas exigen un alto a su  reelección.

Así como en su momento Evo concentró personas esperanzadas en su promesa de un país plurinacional e incluyente, ahora exigen que el mandatario respete  los resultados de un referendo en el que que la sociedad pidió que no se reeligiera por tercera ocasión en el 2019. En lugar de escuchar esta petición,  el gobierno de Morales desestima estas movilizaciones y acusa que son convocadas por sus opositores y no por un genuino reclamo de la sociedad boliviana.

Evo desestima la inconformidad que genera su posible reelección mientras otros ven en esta molestia social los efectos generados por los casos de corrupción en su gobierno y escándalos que incluye la construcción de una millonaria Casa Presidencial.

La corrupción debilita a su gobierno y a su vez alimenta el discurso de los opositores para dejar claro que una tercera postulación es un exceso por acaparar el poder. Lo que en su momento para las voces internacionales significaba la representación de la comunidad indígena en el poder, con el paso del tiempo, la gestión de Evo Morales confirmó que, más allá del asunto ideológico, repitió las mismas  prácticas de corrupción.

Uno de estos casos que ejemplifican cómo el tema de la integración fue solo un discurso es el tema que investigó la periodista Nathalie Iriarte quien documentó cómo la discriminación hacia la población indígena persiste y que los funcionarios que debieran aprender lengua indígena compraban documentos falsos.

https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-43458670

Cierra el 2018 y en Bolivia ya se perfilan quienes podrían ser los candidatos a la Presidencia. En esa carrera, Evo insiste en continuar en el poder por más de 12 años  que asumió por primera vez. En la última encuesta que dio a conocer el diario Página Siete, el 70 por ciento de los bolivianos no votaría por él, sin embargo, Evo Morales  insiste en asumir el poder hasta el 2025.

Aunque parece que Evo se queda solo en medio de las críticas a las aspiraciones a ocupar nuevamente el cargo presidencial, el mandatario se muestra afianzado con la relación con Rusia y China, potencias claves en el juego político internacional. Es entonces, que sin salida al mar, y con la inconformidad de un sector de la sociedad, al abrir Evo las puertas de Bolivia al capital Chino no solo lo hace por economía sino también por poder porque sabe que son socios estratégicos que buscan expandirse en América Latina aunque el costo sea alto como han advertido ambientalistas sobre las empresas extractivistas chinas.

El año cierra y el presidente Boliviano no tiene aquella aprobación que lo llevó  al poder. Los economistas advierten que el país tampoco ha crecido como se esperaba, mientras tanto Evo no termina el 2018, no tiene salida al mar y en las calles hay protestas contr su afán de concentrarse en el poder. Sin embargo, Evo se siente afianzado desde que el Tribunal Constitucional le autorizó la posibilidad de postularse y con esto revocando lo que los bolivianos votaron en el referéndum de Febrero de 2016.