El adiós a los Castro: ¿Transición o simulación?

Por primera vez, después del triunfo de la Revolución, asume el cargo un presidente que no pertenece a la familia que por más de cinco décadas gobernó la isla.

Junto al General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros preside la ANPP en el decimo período ordinario de sesiones de la VIII Legislatura. Foto: Juvenal Balán / Granma

Como letreros afuera de las casas o como frase cotidiana, los cubanos decían: “Con Fidel y la Revolución hasta que se seque el malecón”. Las palabras quedaron en las charlas y con  algunos cambios hasta llegó a convertirse en la frase de una canción en la isla.

Cuando murió Fidel, algunos se sentían como huérfanos porque sabían que una época en Cuba había terminado. Mientras, otros festejaban su muerte y proclamaban que en pocos años los Castro se irían por completo, sabían que sin el hermano mayor, Raúl no tenía posibilidades de permanecer. Con una personalidad distinta incluso a veces distante, por diez años, Raúl estuvo a cargo del Consejo de Estado y de ministros, en sus participaciones públicas o mensajes en televisión oficial no quedaba nada de los discursos que impregnaba su hermano.

El cambio se da, a casi tres años de la muerte de Fidel Castro y ante una figura lejana como la de Raúl.Los medios oficiales, como la cuenta a través de la que informaron los resultados de las elecciones en Cuba, anunciaron el perfil del nuevo presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, un profesor universitario que ha ocupado distintos cargos en el Partido Comunista de Cuba.

El malecón no se secó y los Castro se fueron por el camino que pocos imaginaban que ocurriría: elecciones. El cambio llegó no con elecciones populares sino a través de asamblea, uno de los puntos más criticados.

¿Qué ocurrirá en  Cuba ahora que el nuevo presidente no llevará el apellido que significaba simpatías y odios?

En cuanto se anunció la decisión de la Asamblea y se presentó al nuevo presidente Miguel Díaz-Canel, quien estará en el cargo hasta el 2023, mandatarios de diferentes países de América Latina enviaron mensajes.

Las elecciones en el Partido Comunista se siguieron desde las dos Cubas, la que habita en la isla y está atenta a la información oficial y que sortean el bloqueo informativo gracias a información que les llega a través de redes sociales o vía Whatsapp; y otra, con lo Cubanos que desde Miami veían lo que jamás pensaron que ocurriría.Habrá quien etiqueta de títere al nuevo presidente, pero no dejan de reconocer que la asamblea organizada por el Partido Comunista es un paso.

La misma cuenta oficial que informó sobre las elecciones usó el hashtag #SomosContinuidad que en una frase confirmó que el cambio de persona y apellido no significa grandes modificaciones, por lo menos hasta ahora.

Para unos, queda claro que el Estado Cubano aceptó que la llegada de Miguel Díaz-Canel  significa la continuidad como lo declaró en redes sociales la periodista disidente Yoani Sánchez.

Dos temas en concreto pondrán a prueba el nuevo presidente para saber si el cambio es real o si solo es simulación: El derecho  a la libertad de expresión y la liberación de los presos disidentes. En una isla donde todos los día se publica una noticia única que llega a través del Granma y los cubanos intentan informarse con las noticias que consiguen gracias al “paquetico”, una usb donde comparten las notas críticas  a Cuba o en las redes sociales donde periodistas independientes informan arriesgándose a prisión o al arresto domiciliario como le ocurre a Sol García Basulto y a Henry Constatin, periodistas de la revista “La Hora de Cuba” de Camagüey, ambos han tenido restricciones para salir de Cuba.

Antes de las elecciones los cambios se asomaron en la isla, el principal: apertura en el tema económico. Aunque todo se fue al traste con la llegada de Trump, el restablecimiento de las relaciones con Estados Unidos hizo que muchos pensaran que terminaría el bloqueo económico, pero no fue así.

En el primer discurso del presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel dejó claro que el modelo económico en la isla continuará. “No habrá espacio para quienes aspiran a una restauración capitalista”, afirmó.

El nuevo presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel

Antes de la llegada del nuevo presidente, con  sus matices ya hubo cambios económicos en la isla como permitir las transferencias de dólares desde Miami, pero lo cubanos siguen sorteando la vida con lo que ello llaman “Resolver”, es decir, quienes trabajan en dependencias  del Estado como en un restaurante, en la carnicería o en la fábrica “resuelven” tomando un poco más de lo permitido, revendiendo la mercancía en el mercado negro o intercambiando los productos por artículos de limpieza como el papel higiénico. Ellos “resuelven” mientras el Partido Comunista de Cuba afirma que hay renovación con un candidato aprobado por Raúl Castro.

No fue por envenenamiento, ni por una conspiración, la muerte natural de Fidel, el retiro de Raúl hizo que los Castros se fueran o simplemente asumieron que otros deben seguir, aunque guiados por ellos.