V enezuela ha vivido una serie de crisis que durante los últimos años han obligado a sus habitantes a repensar la forma de ocupar su propio país. En medio de las nuevas condiciones, tener acceso a elementos básicos que antes eran parte de su cotidianidad como los alimentos, los espectáculos deportivos y hasta el sexo seguro, se han vuelto un lujo y entre los menos favorecidos, un vago recuerdo.
En la búsqueda de retratar algunas de las paradojas que atraviesan quienes habitan ese país, IPYS Venezuela y CONNECTAS se unieron para convocar a periodistas de Caracas para producir historias que capturaran el absurdo cotidiano en el diario vivir venezolano.
La mayoría de los autores ha participado en los programas de formación que imparte IPYS Venezuela en narrativa, periodismo de investigación y periodismo de datos y los cuales han tenido como facilitadores entre otros a profesionales como la argentina Sandra Crucianelli y el venezolano Boris Muñoz.
Los periodistas que participaron en la elaboración de las nueve historias fueron Arysbell Arismendi, Valentina Oropeza, Lorena Meléndez, Erick Lezama, Charlie Barrera, María Victoria Fermin, Oriana Vielma, Geraldine Lucero, María Fernanda Sojo y David González.
Gracias al Banco de Tiempo de CONNECTAS, los textos fueron discutidos y acompañados editorialmente por periodistas de seis países de América Latina, que a su vez contaron con la asesoría editorial de la colombiana, Ana Lucia Duque.
El equipo que acompañó la propuesta estuvo constituido por Suchit Chávez de El Salvador, Sol Lauría de Argentina, Ernesto Campo de Venezuela, María Isabel Magaña de Colombia, Daniela Aguilar de Ecuador, Silber Meza de México y Juan Carlos Lezcano de Paraguay.
La coordinación editorial de esta serie periodística estuvo a cargo de Teresita Goyeneche de Colombia y David González de Venezuela con la asistencia de Cristina González. La dirección general del proyecto estuvo en manos de Marianela Balbi, Directora de IPYS Venezuela, y Carlos Eduardo Huertas, Director de CONNECTAS.