La madeja de los créditos chinos en Ecuador

El gigante asiático se convirtió en el mayor acreedor extranjero del país suramericano en la década de gobierno de Rafael Correa, pero el inventario de los préstamos está protegido por el secreto. Un equipo del diario El Universo logró hacer una radiografía de los contratos, que ahora son examinados por la Fiscalía

El ex presidente Rafael Correa abrió las compuertas de los préstamos chinos. Foto: El Universo

Era un día especial. El entonces presidente Rafael Correa celebraba el aniversario 125 de la Revolución Liberal en una sabatina. Anunció que China había dado a Ecuador un crédito de 1.700 millones de dólares para construir la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, la mayor inversión en la historia del país.

Era junio del 2010 y era el primer préstamo de China. “Esto abre la llave para muchos otros financiamientos”, afirmó. Desde entonces, el Gobierno ha recibido 15 líneas de crédito por 11.320 millones de dólares.

El Banco de Desarrollo de China (CDB) financió cuatro líneas por 7.000 millones de dólares. El Banco de Importaciones y Exportaciones de China (Eximbank) concedió siete créditos por 3.457 millones de dólares. El Banco de China y la sucursal en Hong Kong del Deutsche Bank AG entregaron conjuntamente tres préstamos por 697 millones de dólares y el Banco de China aprobó uno que asciende a 167 millones de dólares.

Existe otro crédito por 970 millones de dólares del Banco Industrial y Comercial de China (ICBC), en el que aparece Petroecuador como deudor. Sin embargo, informes internos de la petrolera muestran que ese dinero fue para proyectos a cargo del Ministerio de Finanzas (MEF).

Cuánto de todo ese dinero se ha desembolsado y en qué ha sido utilizado es un secreto. EL UNIVERSO hizo esas consultas al Banco Central de Ecuador (BCE) y al MEF. El primero indicó que “la información solicitada fue declarada como reservada por parte del Ministerio de Economía y Finanzas”. El segundo nunca respondió y su titular, Carlos De la Torre, tampoco concedió una entrevista.

Lo que sí se sabe es que los créditos del Eximbank y del Banco de China fueron usados en su totalidad para contratar a empresas chinas. Las líneas del CDB tienen dos partes: una para financiar contratos y la otra para uso discrecional del Gobierno. En cambio, la del ICBC es discrecional. El asunto de los contratos a firmas del país asiático ahora adquirió nueva relevancia: la Fiscalía indaga sobre ellos como consecuencia del caso Odebrecht.

Para ubicar los contratos financiados con créditos chinos, EL UNIVERSO cruzó bases de datos y documentos de varias instituciones públicas. Esta labor se realizó con el apoyo del International Center for Journalists (ICFJ) y de Connectas. El diario encontró 197 adjudicaciones a firmas chinas desde el 2010 –cuando se iniciaron los créditos– hasta mayo del 2017.

Tras revisar los documentos, se halló que 48 contratos, que ascienden a 7.300 millones de dólares, fueron costeados con préstamos. En algunos, el Gobierno ecuatoriano financió el 15 por ciento; en otros no es posible determinar si hubo aporte nacional.

Los contratos fueron dados a 15 firmas chinas que abrieron sucursales en Ecuador. Apenas seis empresas acaparan el 87 por ciento de la inversión. Estas son Sinohydro, Harbin, Gezhouba, Sinomach, CWE y Ceiec.

Sinohydro opera con dos sucursales. La primera, Sinohydro Company, obtuvo el mayor contrato por 1.980 millones de dólares para Coca Codo Sinclair. La obra terminó costando  2.250 millones de dólares. La otra sucursal, Sinohydro Company Limited, recibió dos contratos para reparación de vías, financiados con crédito, por 468 millones de dólares. También obtuvo obras costeadas solo con recursos públicos por 248 millones de dólares para un hospital del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y doce escuelas del milenio.

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La represa Coca Codo Sinclair fue construida por Sinohydro, una de las empresas chinas que captó mayor cantidad de inversión en Ecuador. Foto: El Universo

La segunda empresa más beneficiada es Harbin Electric International, con cuatro contratos por 1.169 millones de dólares para realizar obras eléctricas.

Gezhouba logró cinco contratos, tres de ellos costeados con préstamos. Estos ascienden a  897 millones de dólares. Para construir la central Paute-Sopladora, la china creó un consorcio con la ecuatoriana Fopeca.

La cuarta firma es China Machinery Industry Corp. (Sinomach), ligada a dos sucursales: China CAMC Engineering y China National Electric Engineering (CNEE). La primera acumuló 18 contratos, de los cuales doce (818 millones de dólares) fueron costeados con créditos. Mientras, los dos contratos dados a CNEE para construir las hidroeléctricas Quijos y Mazar-Dudas por  162 millones de dólares fueron terminados por incumplimiento de la contratista.

La quinta firma es China International Water & Electric (CWE), que recibió tres contratos (464 millones de dólares) financiados con créditos. Aparte, obtuvo el contrato para terminar la central Toachi-Pilatón, con inversión del Biess.

Por último, China National Electronics Import & Export Corp. (Ceiec) obtuvo doce contratos, nueve de los cuales recibieron fondos de créditos. Estos suman 424 millones de dólares.

La inversión de los 48 contratos se concentra en el sector energético, con el 60 por ciento. Transporte tiene el 11 por ciento, salud el 8 por ciento e hidrología el 7 por ciento.

Solo ocho de los 48 contratos tuvieron proceso de selección. Según Wawa Wang, investigadora de Bankwatch Network (con sede en Praga), que ha estudiado inversiones chinas en el mundo, la competencia entre firmas chinas en licitaciones es intensa y puede reducir los precios significativamente.

La oficina ecuatoriana encargada de aprobar los créditos es el Comité de Deuda, dirigido por el presidente de la República o su delegado. Los otros miembros son los titulares del MEF y de la Secretaría de Planificación, o sus delegados. Como secretario y asesor actúa el subsecretario de Financiamiento Público del MEF.

Este funcionario también lidera las negociaciones de los préstamos. Desde abril del 2010, William Vásconez Rubio ocupa este cargo. Su mano derecha es el director de Negociación, Luis Villafuerte Chávez.

De acuerdo con el MEF, nueve de los 15 créditos tienen tasas de interés fijas, con un promedio del 5,89 por ciento. Los otros préstamos tienen tasas variables entre 3,5 por ciento y 4,6 por ciento más tasa libor a seis meses.

Correa ha asegurado que esos intereses son convenientes porque el dinero va a proyectos que generarán hasta el 22 por ciento de ganancia. Para el analista Walter Spurrier, si bien esas tasas son similares a las de los bonos soberanos, hubieran podido ser más bajas porque los fondos van a contratos con empresas estatales chinas.

En mayo, cuando Correa terminó su mandato, la cuenta con China era de 8.000 millones de dólares, 85 por ciento de la deuda externa bilateral.  Desde que se fue a Bélgica, Correa ha mantenido un conflicto con su sucesor, Lenín Moreno.  Según él, dejó la mesa servida; según Moreno, la dejó servida… ¡de deudas!

Pago con petróleo

El crudo ecuatoriano sirve para pagar las cuatro líneas crediticias del CDB, que suman 7.000 millones de dólares, y la del ICBC de $ 970 millones.

Petroecuador aparece como deudor directo de este último. El entonces gerente de Comercio Internacional, Nilsen Arias, firmó el convenio en enero de 2016. El antecedente fue un convenio firmado en 2014 entre el Ministerio de Finanzas (representado por Fausto Herrera) y Petroecuador (por Marco Calvopiña).

Con ese acuerdo, la petrolera se comprometió a buscar créditos internacionales en calidad de deudor para financiar programas a cargo del MEF.

Para asegurar el pago de este crédito, Petroecuador firmó un contrato de venta de crudo a Petrochina, hasta el 2021.

Para los créditos del CDB, en cambio, Ecuador y China crearon una estructura especial. En ella participan el banco prestamista, una petrolera china (en unos casos Petrochina, en otros Unipec), el MEF y Petroecuador. Entre estas instituciones firman un acuerdo conocido como “de cuatro partes”.

El objetivo es asegurar que el pago de los créditos esté atado a la venta de petróleo a compañías chinas.

Para ello, el convenio de cuatro partes abarca la suscripción de tres documentos. El primero es el préstamo, que lo firman el CDB y el Ministerio de Finanzas. El segundo es la venta de crudo, entre Petroecuador y la petrolera china. Y el último, un convenio para manejar las cuentas bancarias.

En total, Petroecuador ha firmado cinco contratos de venta de petróleo relacionados con los préstamos del CDB: cuatro con Petrochina (6.000 millones de dólares), y uno con Unipec (1.000 millones de dólares). De estos, un contrato ya finalizó. El último en terminar será en 2024.

La estatal petrolera denunció que el convenio de crédito con el ICBC por 970 millones de dólares desapareció de sus archivos y oficinas. La Fiscalía investiga el caso, denunciado en septiembre pasado.

Ruta panameña

El dinero proveniente de varios créditos chinos pasó por Panamá. Documentos oficiales muestran que el anterior Gobierno, que impulsó una campaña política contra los paraísos fiscales (entre ellos Panamá), abrió cuentas bancarias en ese país para recibir esos préstamos.

Desde su creación, en 2014, la Junta de Regulación Monetaria autorizó al Ministerio de Finanzas (MEF) y al Banco Central (BCE) que abrieran cuentas en bancos chinos para facilitar la operación de cinco créditos.

Tres de ellas están en Panamá. La Junta aprobó su apertura en la sucursal panameña del Banco de China. Con esos recursos se financió la construcción de 200 escuelas prefabricadas y dos proyectos viales.

Asimismo, autorizó la apertura de seis cuentas del CDB para la cuarta línea de crédito de este banco, otorgada en 2016. También aprobó que el BCE usara una cuenta que ya tenía en el Eximbank para un crédito que financió Yachay. Las resoluciones de la Junta no dicen dónde operan estas cuentas.

Otra muestra. La Contraloría examinó el crédito otorgado por el Eximbank en 2013 para construir los sistemas de control de inundaciones Cañar y Naranjal. La auditoría estableció que el BCE abrió una cuenta en la sucursal panameña del Eximbank para recibir los desembolsos. Apenas recibía el dinero, el BCE lo transfería a la cuenta de la contratista CWE, en China.

La mayoría de contratos financiados con crédito chino establece que los contratistas deben recibir los pagos en cuentas de su país. Un acuerdo entre el Ministerio de Salud y CAMC Engineering por 50 millones de dólares señaló que el CDB debía pagar el anticipo directamente al contratista. No estipuló que los fondos pasaran por una cuenta del Gobierno ecuatoriano.

Trato especial

Era noviembre de 2013 cuando el entonces canciller, Ricardo Patiño, expuso en Pekín el trato especial que Ecuador ofrecía a inversionistas chinos en materia impositiva. Esas preferencias se reflejan en 31 de los 48 contratos públicos que han sido financiados con créditos de China.

La mayoría de acuerdos determina que los contratistas no tienen que pagar impuestos de importación por equipos instalados en las obras, como las turbinas para las centrales hidroeléctricas. Eso no aplica, aclaran los documentos, a maquinaria usada en los trabajos, como excavadoras y rodillos.

Algunos contratos indican que las instituciones deben pagar a las contratistas directamente en una cuenta bancaria en China. En unos casos, esos pagos se hacen solo por los materiales importados; en otros, por la totalidad de los trabajos.

De esta manera, las sucursales chinas en Ecuador se evitan el pago de impuesto a la salida de divisas (ISD), pues los pagos van directamente a China. Otro efecto es que el impuesto a la renta (IR) se reduce.

Este tipo de cláusulas se incluyeron en los contratos de las centrales Coca Codo Sinclair, Delsitanisagua, Quijos y Mazar Dudas, Minas San Francisco; también en los sistemas de control de inundaciones Cañar, Naranjal y Bulubulu; y en otras construcciones, como hospitales, edificios y vías.

CIFRAS

$ 11,3 mil millones ha recibido el Gobierno en créditos chinos. Hay otro préstamo de $ 970 millones dado a Petroecuador.

59,5% de los contratos financiados con préstamos otorgados por China se ha destinado a obras del sector energético.

FRASES

“(El objetivo es) sacar el mayor provecho mutuo de esta relación (con China), no solo en términos de financiamiento y de cooperación para el desarrollo, sino en términos políticos”.

Rafael Correa, expresidente de Ecuador. 15 de noviembre de 2016

“La inversión pública que se hace con esto (créditos chinos) no es rentable. Con esa masiva inversión pública ha decaído la inversión privada y la economía del país no ha crecido. Esto se debe al clima político, de guerra de clases”.

Walter Spurrier, analista económico. 31 de mayo del 2017.

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Este reportaje fue realizado por la Unidad de Investigación de El Universo en el marco de la Iniciativa para el Periodismo de Investigación en las Américas del International Center for Journalists (ICFJ) en alianza con CONNECTAS


 

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