Cientos de miles de obras de arte cambiaron de mano bajo la expansión del nazismo antes y durante la Segunda Guerra. A través de confiscaciones, ventas forzosas y robo directo, el Tercer Reich se apoderó de un tesoro de incalculable valor. Setenta años después del fin del conflicto, se desconoce el paradero de la mayor parte de este botín. Algunas piezas fueron destruidas en los bombardeos, pero muchas quedaron en poder de coleccionistas que las han sabido mantener ocultas o que alegan haberlas adquirido de buena fe.

 

Esta investigación periodística revela por primera vez cómo varios países de América Latina jugaron un papel determinante en esconder la pista de las obras robadas por los nazis, sigue el trasegar de varias de ellas por la región y muestra las historias de protagonistas que sobrevivieron al establecerse en Latinoamérica y que hoy luchan por recuperar las que son las últimas cautivas de esta guerra.

 

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Foto: Archivo Federal de Alemania (Bundesarchiv)