El Gobierno cubano censuró el 15 de noviembre pasado las voces de opositores al mantenerlas “bajo llave” en sus casas. Sin embargo, este propio gesto de represión hizo que ‘Archipiélago’, el movimiento que impulsa la construcción de un Estado de Derecho en la Isla, se hiciera más visible.

Por: El Toque en alianza editorial con CONNECTAS

¿ Qué pasó en Cuba el pasado 15 de noviembre? Días después, la pregunta sigue dando vueltas. Eso sí, el resultado final no deja de ser una paradoja. Al final, y por cuenta de imágenes que muestran acciones violentas y de represión de civiles afectos al gobierno contra opositores, el 15 de noviembre terminó no siendo del todo aquel lunes tranquilo que pretendía el oficialismo. Desde antes de la fecha era ya “el 15N”, una marca promovida por ‘Archipiélago’, el grupo opositor que convocó a una marcha cívica para denunciar la violencia policial y exigir la liberación de presos políticos, entre otras demandas.

Hoy el grupo asiste a un momento de incertidumbre al conocerse la noticia de que su líder, el dramaturgo Yunior García, cuya desaparición habían reportado, llegó a España este miércoles, junto con su esposa Dayana Prieto. “Estamos vivos, sanos y con las ideas intactas”, publicó García en Facebook. Es el epílogo de una fecha que se suma a otras decisivas a lo largo de la historia de este movimiento (ver cronología).

En septiembre pasado ‘Archipiélago’ solicitó permiso para marchar pacíficamente a favor de esas causas humanitarias, entre otras demandas. Esa solicitud de permiso, hecha de manera abierta y oficial, se convertía en hecho inédito. 

El Gobierno no solo negó la autorización sino que además reforzó la campaña de descrédito que había comenzado antes contra los miembros de la iniciativa, aparte de tildarla de “ilegal”. Y como estrategia para desviar la atención del 15N, anunció el reinicio del curso escolar para esa fecha. 

Procuraron por todos los medios una reedición de las protestas del pasado 11 de julio cuando miles de cubanos se lanzaron a las calles en La Habana y en otras ciudades para exigir libertad y mejores condiciones de vida, comenzando por la atención sanitaria. Durante esa jornada, efectivos de seguridad con la ayuda de civiles privaron de la libertad a manifestantes. Más de 600 de ellos permanecen en prisión. Asimismo, periodistas, activistas y otros actores de la sociedad civil han sido citados a interrogatorio y acosados con especial frecuencia luego de que Archipiélago hiciera pública su solicitud.

Por eso, no fue sorpresa el 15 que periodistas independientes, miembros de Archipiélago y activistas disidentes amanecieran bajo vigilancia policial, arresto domiciliario y otros actos de acoso que, en algunos casos, venían reportándose desde los días 13 y 14. Vecinos, grupos pro gobierno o policías vestidos de civil cercaron sus viviendas para impedirles salir. Incluso, realizaron contra algunos de ellos los llamados «actos de repudio», expresiones de odio en las que grupos de personas buscan intimidar y reducir a opositores y sus familias a través de gritos, consignas y amenazas.

También se reportó una inusual presencia de fuerzas del orden, de uniforme y de civil, en algunas ciudades cubanas. Mientras, grupos pro Gobierno realizaban actividades en diferentes puntos de potencial convergencia para protestas. También hubo operativos policiales en viviendas de artistas, activistas y periodistas independientes para impedirles salir a la calle. En la céntrica calle Galiano, en La Habana, se interrumpió el paso a los transeúntes, para evitar que se convirtiera en escenario de movilizaciones similares a las masivas del 11 de julio. Algunos activistas que lograron salir de su casa fueron arrestados de inmediato como Rafael Santos y Agustín Figueroa en La Habana.   

Un día antes, el 14, Yunior García se vio obligado a permanecer confinado en su casa al ser objeto de un acto de repudio. Hostigado por un numeroso grupo de personas y agentes, García se mostró tranquilo en una transmisión directa en la que aseguró que saldría a pesar de la certeza de que sería detenido. Más tarde, sin embargo, fue captado por la prensa internacional mientras mostraba a través de la ventana una rosa blanca junto a un cartel que decía «Mi casa está bloqueada». Agentes del gobierno cubrieron parte de la edificación con grandes banderas cubanas. 

«Creo que estamos viviendo días muy feos. (…) Nadie puede ser el dueño de un país que le pertenece a cada uno de sus ciudadanos», había comentado en ese momento Yunior en una transmisión directa en Facebook.   

Otros casos de acoso y persecución sucedieron en la misma fecha en casa de Sayli González, una de las coordinadoras de Archipiélago, quien amaneció rodeada de un grupo de mujeres que gritaban consignas y la atacaban verbalmente. Del otro lado de la calle colgaban banderas cubanas, de la Unión de Jóvenes Comunistas y de la Federación de Mujeres Cubanas, mientras las participantes sostenían carteles con frases de apoyo al Gobierno. 

Por su parte, Miyorly García, otra de las coordinadoras de Archipiélago y Raúl González, coordinador del Movimiento Consenso Ciudadano, denunciaron actos de odio en su contra. Miryorly García contó que la mayoría de los vecinos no se sumaron y algunos le hicieron gestos de apoyo desde sus casas. “Gracias a quienes dicen no, a quienes han reconocido valiente y públicamente mis valores y no se han sumado a la difamación y el escarnio”, dijo en su perfil de Facebook.

Calle Galiano, La Habana, escenario de grandes protestas el 11J, amaneció bloqueada y bloqueada por uniformados y civiles el 15N. Foto: Laura Vargas.

El Arzobispado de Camagüey, donde se encontraba el Arzobispo Mons. Wilfredo Pino y el sacerdote Alberto Reyes, también fue rodeado por personas afines al Gobierno que coreaban consignas. Reyes -firmante de la solicitud de marcha en Camagüey- fue uno de los clérigos amenazados por la Oficina de Asuntos Religiosos del Partido Comunista con ir a cárcel si se manifestaba el 15 de noviembre.

La familia de Andy García Lorenzo, preso desde las manifestaciones del 11J, fue víctima de un acto similar. Los suyos habían colgado un cartel pidiendo la liberación del joven, para quien la Fiscalía pide siete años de privación de libertad. A su vez, la historiadora del arte Carolina Barrero fue detenida el 15N al salir de su casa y liberada en la tarde del 16.

De acuerdo con los registros del grupo Justicia 11J, entre el 3 y el 15 de noviembre tuvieron lugar en Cuba 55 detenciones arbitrarias por motivos políticos, la mayoría de las cuales se reportaron entre el 13 y el 15. En su página en Facebook, Justicia 11J asegura que el 15N fueron temporalmente detenidas, al menos, 27 personas. Por su parte, el Centro de Información Legal Cubalex documentó 168 incidentes de hostigamiento por motivos políticos.

«El régimen ha demostrado magistralmente que es una tiranía, que no respeta ni sus propios mecanismos legales para que la ciudadanía critique lo que entienda que es criticable y se manifieste en contra de lo que es condenable», dijo a elTOQUE David Martínez, de Archipiélago.

Martínez agregó que “la ola de terror desatada mediante detenciones, acoso, cartas de advertencias, amenazas con largas condenas, etcétera, marcaron la pauta de los días previos al 15N”. Para el abogado Eloy Viera, el Gobierno demostró que no existe una solución jurídica ni política a ningún problema, “la solución que tienen es la violencia y la represión”. 

Las lecturas sobre el significado del 15N son muy diversas, van desde considerarlo un éxito o un fracaso. Ahora bien, con la salida de Yunior García de Cuba y la extensión de la jornada cívica hasta el próximo 27 de noviembre, por parte de Archipiélago, sobrevienen nuevos desafíos: No solo para ese movimiento sin precedentes en la Isla sino para el mismo gobierno, en sus intentos por silenciar las voces de quienes disienten y exigen cambios prontos y efectivos.

Ilustración: Wimar Verdecia.

Génesis de Archipiélago. Breve cronología

9 de agosto de 2021: Creación de Archipiélago. Grupo privado en Facebook y plataforma cívica gestada, en lo principal, por el dramaturgo Yunior García Aguilera y amigos cercanos del artista. Archipiélago declara que aspira «a la construcción colectiva de un verdadero Estado de derecho, de una república que no maneje con cinismos ni evidentes paradojas los conceptos inclusión, democracia, libertad, soberanía, progreso, justicia social, derechos humanos. Una nación que no discrimine a ninguno de sus ciudadanos y donde los jóvenes deseen permanecer para desarrollar sus anhelos sin prohibiciones absurdas. Un país donde la dignidad plena no quede en consignas ni se vacíe de significado la frase “con todos y para el bien de todos”». Su primera acción concreta se centra en convocar a una marcha pacífica contra el Gobierno prevista, en un inicio, para el 20 de noviembre. 

14 de agosto de 2021: Comienza la campaña mediática del Gobierno cubano contra la iniciativa y el discurso de Archipiélago. 

Del 21 al 29 de septiembre de 2021: Ciudadanos cubanos entregan cartas de solicitud en las intendencias de varias provincias del país para obtener garantías de seguridad durante la realización de la marcha pretendida por Archipiélago. 

7 de octubre de 2021: El Noticiero de la Televisión Cubana anuncia que en la Isla se realizarían ejercicios militares en días previos a la fecha convocada por Archipiélago para marchar, y el propio 20 de noviembre.  

8 de octubre de 2021: A través de una conferencia de prensa en su canal de Telegram, Archipiélago anuncia una nueva fecha para la marcha cívica para evitar un potencial enfrentamiento con las autoridades. Ese día entregaron al Parlamento una nueva solicitud en la que notificaron el adelanto de fecha para el 15 de noviembre. 

11 de octubre de 2021: Firmantes de las cartas de solicitud enviadas a las intendencias son citados para presentarse al día siguiente ante funcionarios de las Asambleas Municipales de sus lugares de residencia, lugar en el que recibirían respuesta oficial sobre la solicitud para la marcha.

12 de octubre de 2021: Los miembros de Archipiélago reciben —por escrito y con amplia cobertura de los medios nacionales y locales— una respuesta negativa a la solicitud. Se basa en la “ilegitimidad” de la marcha; las autoridades la consideran, además: «provocadora, desestabilizadora e ilícita». Esgrimen como principal razón de la denegación que «los promotores y sus proyecciones públicas, así como los vínculos de algunos con organizaciones subversivas o agencias financiadas por el Gobierno estadounidense, tienen la intención manifiesta de promover un cambio de sistema político en Cuba». Yunior García asegura a la prensa extranjera acreditada en Cuba que mantiene la intención de marchar el 15N y ejercer su derecho constitucional a la libre manifestación. Minutos más tarde, los firmantes del resto de los territorios se acogen a la decisión del dramaturgo.

12 de octubre de 2021: Agentes de la Seguridad del Estado detienen en su casa a la moderadora de Archipiélago Daniela Rojo; comienza una «cacería» con la intención de amedrentar a los firmantes y hacerlos desistir de la marcha.

12 de octubre-1 de noviembre de 2021: Aumenta la frecuencia y cantidad de citaciones a interrogatorio, amenazas y expulsiones laborales de miembros de Archipiélago y otros firmantes de las cartas de solicitud. Se contabilizan más de 30 citaciones en todo el país —solo se registran aquellas que se han hecho públicas.

19 de octubre de 2021: Miryorly García, coordinadora de Archipiélago, presenta ante el Tribunal Provincial de La Habana una demanda contra el intendente del municipio La Habana Vieja. Se basa en el daño moral que la carta oficial rubricada por este funcionario ocasionó a los firmantes que manifestaron su intención de marchar.

21 de octubre de 2021: La Fiscalía General de la República (FGR) cita para el mismo día a varios miembros de Archipiélago con el fin de «apercibirlos» sobre las consecuencias legales y penales que podrían sufrir en caso de insistir en la decisión de marchar el 15N. Archipiélago mantiene la convocatoria.

22 de octubre de 2021: La entrada de la casa de Yunior García amanece con palomas decapitadas; un ataque y un acto de intimidación cuyos autores se ignoran hasta hoy, a pesar de la vigilancia oficial a la que estaba sometida su vivienda.  

27 de octubre de 2021: Rogelio Polanco, jefe del Departamento Ideológico del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, asegura en la Televisión Nacional que varios miembros de Archipiélago estaban vinculados a organizaciones terroristas y del exilio que «abogan por un cambio de régimen y una intervención militar». La respuesta del grupo no solo fue de rechazo a estas declaraciones, sino de denuncia por «manipulación y mentira».

«Nadie, absolutamente nadie me paga un solo centavo por esto. Archipiélago ha rechazado incluso la recaudación de fondos entre sus miembros», respondió en sus redes Yunior García. 

1 de noviembre de 2021: El espacio Razones de Cuba estrena un reporte en el que un agente encubierto de la Seguridad del Estado, el doctor Carlos L. Velázquez, asegura que García «se comprometió con la contrarrevolución». Se le acusa de estar vinculado al Gobierno estadounidense y de organizaciones a favor de un «cambio de régimen»; sin embargo, no se aporta ninguna evidencia concreta. Minutos después, vecinos del dramaturgo realizaron un acto de repudio en su casa.

5 de noviembre de 2021: Miryorly García recibe un auto del Tribunal que notifica que los jueces han considerado inadmisible la demanda presentada el 19 de octubre.

10 de noviembre de 2021: Sacerdotes cubanos dirigen una carta pública a las autoridades civiles y militares del país en la cual manifiestan que desean una Cuba donde reine la paz, la libertad y la justicia y llaman a los fieles y el pueblo en general a no enfrentarse entre unos y otros.

12 de noviembre de 2021: Miryorly García, inconforme por la no admisión de su demanda, dirige un Recurso de Casación ante el Tribunal.